Un equipo de científicos de la Universidad de Granada, el Hospital Universitario La Paz de Madrid y la Universidad de Texas, en Estados Unidos, han demostrado que la administración de melatonina durante seis semanas ayuda a reducir la acumulación de grasa en el hígado no alcohólico. Estos resultados, todavía en preclínica, han sido publicados en la revista Journal of Pineal Research. Tras el éxito del estudio en ratas Zucker, el siguiente paso será realizar los ensayos clínicos para probar su efectividad en humanos.
Los científicos han comprobado que la administración de melatonina (10 mg/ Kg /día) reduce la acumulación de grasa en el hígado de ratas obesas. La esteatosis hepática (NASH) constituye la primera etapa de la enfermedad de hígado graso no alcohólico, donde la disfunción mitocondrial juega un papel crítico en el desarrollo y la patogénesis de la esteatosis, estrechamente relacionada con la obesidad y la diabetes. Dado que la prevalencia de estas dos patologías no deja de aumentar, el hígado graso no alcohólico se ha convertido en un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo.
Este nuevo hallazgo también se asoció con una mejora de la inflamación hepática que se manifiesta por una disminución de las transaminasas en suero (ALT) y la mejora de la histopatología del hígado y la función mitocondrial en ratas obesas tratadas con melatonina. Estos resultados están en línea con los previamente obtenidos por estos investigadores en los últimos cuatro años, lo que demuestra que la administración farmacológica de melatonina combate la obesidad y la diabetes en ratas Zucker.
El estudio fue realizado por un equipo multidisciplinar de investigadores, liderados por el departamento de Farmacología y el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Granada, y dirigido por el profesor Ahmad Agil. También han colaborado en él G. Fernández Vázquez, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario La Paz de Madrid, y R. Reiter, del departamento de Biología Estructural de la Universidad de Texas en San Antonio, Estados Unidos. Este estudio ha sido financiado por el proyecto SAF 2013-45752-R del Ministerio de Economía y Competitividad de España, y el grupo CTS-109 de la Junta de Andalucía.