World Diabetes Congress – International Diabetes Federation (IDF) 2011

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J. garcía Env. Esp. a Dubai | viernes, 09 de diciembre de 2011 h |

La mejora de la adherencia es fundamental, y en el tratamiento de la diabetes no podía ser de otra manera. Berthold Maier, del Instituto de Investigación de la Academia de Diabetes Bad Mergentheim, manifestó durante el work-shop Meeting future challenges now, organizado por Sanofi, que existen factores relacionados con la enfermedad y el tratamiento que condicionan la adherencia, por ejemplo, esta disminuye cuando los síntomas no son aparentes y el régimen terapéutico es complejo, y es mejor cuando se prescribe medicación que cambios de estilo de vida. Los factores también están relacionados con los sistemas sanitarios y los propios profesionales. Así, mejora la adherencia un apoyo por parte de enfermería, una monitorización y seguimiento desde la atención primaria y una relación de sastisfacción percibida con el sistema, y la reduce el incremento de la contribución del paciente a los gastos sanitarios. Desde un punto de vista psicológico, son creencias comunes que la diabetes se produce solo cuando los niveles de glucosa en sangre son altos, o que cuando estos son normales no se necesita medicación. Asimismo, hay miedo a efectos secundarios, una falta de confianza en el éxito de las terapias y se perciben dificultades en el régimen de tratamiento. Los altos niveles de estrés, la ansiedad, la depresión y los desórdenes en la alimentación también influyen.

Por todo ello, para mejorar la adherencia Meier aconsejó que los sistemas sanitarios y los profesionales cultiven una relación de colaboración con el paciente, le expliquen las razones de sus recomendaciones, le den consejos cuando estén preparados para ello, marquen objetivos personalizados y concretos, enfaticen las decisiones personales teniendo en cuenta ventajas y desventajas de las diferentes opciones terapéuticas, respeten las decisiones de los pacientes, implementen de forma gradual un régimen terapéutico más complejo, den instrucciones escritas para nuevas prescripciones, apoyen la monitorización propia para un seguimiento de los progresos a lo largo del tiempo, refuercen constantemente los pequeños pasos que el paciente vaya dando en los cambios de hábitos, reconozcan los límites de los pacientes para cambiar comportamientos, deriven a los pacientes con problemas psicológicos a los especialistas, usen estrategias de recuerdo, y establezcan y fomenten programas estructurados de educación en grupo. “Todas estas técnicas ayudarán a mejorar las terapias y superar las barreras psicológicas”, concluyó el experto alemán.