jornada/ Médicos e industria coinciden en que las medidas de reducción del gasto no pueden coartar la función diagnóstica del profesional

br

La Sanidad no es la principal causa de los problemas de sostenibilidad del Estado de bienestar ni la causante de “derroche”, según Zubiri

Farmaindustria defiende el Sistema de Precios de Referencia español por su eficacia para modelar la evolución del gasto farmacéutico

| 2010-06-11T16:59:00+02:00 h |

REDACCIÓN

Madrid

El médico no debe plegarse a las presiones de la Administración, ni aceptar pactos, contratos o reglamentos que coarten su libertad, pues serían conductas no conformes a la ética y, por tanto, difícilmente justificables. En alusión a las políticas de reducción del gasto farmacéutico que quiere implantar la Adminsitración, el secretario de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Navarra, Félix Zubiri, explicó así la necesidad de que estos profesionales no vean limitadas sus funciones diagnóstica o prescriptora pues también es un derecho del paciente recibir una atención en la que el médico tome sus decisiones clínicas sin interferencias externas.

En defender esta premisa coincidieron todos los expertos reunidos en la mesa redonda organizada por el colegio navarro, en la que Zubiri también alegó que tanto la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias como el Código Deontológico de la Organización Médica Colegial (OMC) amparan al facultativo en la defensa de las condiciones técnicas que le permitan actuar con independencia y garantía de calidad.

Por su parte, éste tiene el deber deontológico de recetar con racionalidad sin recibir incentivación de ningún tipo y evitando los tratamientos de mayor costo si existen otros de igual efectividad.

En cuanto a las medidas de recorte que se están adoptando ante la actual situación económica, justificadas por un supuesto “derroche” por parte de los médicos y en especial de los de primaria, Zubiri aclaró que España está a la cola en gasto sanitario por habitante en la UE, siendo la AP la responsable de sólo un 16 por ciento de éste, por lo que no cree que sea precisamente la sanidad la principal causa de los problemas de sostenibilidad del Estado de bienestar.

En este sentido, el director de Relaciones Institucionales con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, Ramón Lluis Yagüe, denunció la falta de unos presupuestos “suficientes y realistas” en el sistema sanitario y resaltó que la evolución del gasto está directamente relacionada con el número de recetas prescritas, no con el coste de los medicamentos. Yagüe defendió también el Sistema de Precios de Referencia español que, en su opinión, ha sido eficaz para modelar la evolución del gasto farmacéutico y reducir el coste medio por receta, situando a los fármacos de marca a precio de genérico —o incluso a un precio inferior—. Con este argumento desmontó la idea de que la sustitución total de las marcas por genéricos vaya a suponer un ahorro de 1.400 millones de euros para el SNS.

Julio Maset, director de innovación de Cinfa, añadió que el debate de la prescripción no está en la calidad, pues atendiendo a ésta sólo existe un tipo de medicamento, el que cumple los requisitos exigidos por las autoridades y cuenta con autorización para su comercialización, y las siglas EFG en la identificación del genérico demuestran que éste cumple con esos requisitos.