carlos b. rodríguez Santander | miércoles, 03 de junio de 2015 h |

¿Cómo se abordará en el futuro el acceso a la innovación farmacéutica? No hay fórmulas mágicas en un futuro condicionado tanto por las innovaciones que puedan aparecer en el mercado (que sean disruptivas o no) como por la situación económica. Pero la experiencia acumulada indica que el futuro pasa por las nuevas fórmulas de acceso y, por tanto, por una nueva relación entre la industria farmacéutica y la Administración sanitaria. Los expertos reunidos por MSD y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en el ‘Curso sobre Modelos Innovadores de Acceso a los Medicamentos’ optaron por acabar con las rigideces y apostar por la flexibilidad.

Mercedes Martínez, jefa de área de la subdirección general de calidad del Medicamento y Productos Sanitarios, consideró que “no pueden hacerse pactos a largo plazo por la incertidumbre del panorama terapéutico de los próximos años”. En cambio, sí que apostó por un diálogo “de base y permanente”, en el que medie la transparencia y la confianza mutua.

Esta idea también está presente en el discurso de los portavoces de Sanidad el Congreso de los Diputados. Tanto PP como PSOE, CiU y PNV aseguran que el futuro del acceso a la innovación pasa por combinar los distintos modelos que se están explorando. Sobre esta base, el portavoz socialista, José Martínez Olmos, apuesta por añadir algunas novedades. La primera tiene que ver con un cambio en el modelo de toma de decisiones en términos de financiación. “Determinados fármacos que pueden ser trascendentes y muy costosos tienen que aprobarse pronto y hay que asegurar a las comunidades una financiación específica”, apuntó, en una línea que sigue compartiendo Concepciò Tarruella, de Uniò Democrática. Olmos ve “inevitables” cambios en este sentido, después de la “insuficiente” respuesta que, según él, ha dado Sanidad en el tema de la hepatitis C.

Además, el portavoz de Sanidad del PSOE considera necesario incorporar en el proceso de decisiones la “evaluación del tiempo” (revisión de precios una vez adquiridas nuevas evidencias) y reiteró que existen “posibilidades de ganar eficiencia en el ámbito europeo”. A su juicio, es importante ir más hacia una mayor integración en la toma de decisiones coordinada con la UE “por razones científicas y de ahorro”.

Joseba Agirretxea, portavoz de Sanidad del PNV, también coincide con la necesidad de redefinir la relación entre las compañías y la Administración. “La industria —dijo— no solo puede ser un proveedor. Ha de ser algo más”. La búsqueda de una nueva conjunción de intereses abre la puerta a colaboración en otros ámbitos. Para Agirretxea, la función de I+D de la industria debe ser parte de la que las administraciones públicas tienen que potenciar. “No es ‘yo te proveo y tú me compras’. Eso no da soluciones nuevas”, señaló.

Que la industria es un agente más y que la administración debe apoyar la I+D también lo señaló la portavoz de Sanidad del PP, aunque Teresa Angulo matizó que tan importante es investigar como saber en qué se está investigando y qué resultados en salud, empleo y otros datos se están recabando. “El límite —dijo— es la sostenibilidad”.

La transparencia

Junto a la redefinición de la relación entre partners, la visión de los diferentes expertos reunidos en Santander puso el acento en la transparencia, al poner sobre la palestra la opacidad que rodea a los nuevos modelos de acceso e incluso a la falta de comunicación entre administraciones, o entre comunicaciones e industria. A esta última se refirió Mercedes Martínez, que señaló que “tratar de presentar como innovación algo que no lo es también es perjudicial pues enmascara la verdadera innovación”. Para ella, la colaboración mutua es necesaria porque interesa a ambas partes: el SNS que va a pagar y los promotores que ponen a disposición los fármacos.

Para el PSOE, que ha solicitado conocer los precios negociados en la hepatitis C, la transparencia es imprescindible. Martínez Olmos insistió en que “el marco de relaciones con la industria farmacéutica debería ser explícito, lo más estable y consensuado posible”. Mal comienzo ha tenido por ello, según el portavoz socialista, el anuncio de un acuerdo con la industria, al final de la legislatura y sin hablarlo con las comunidades o el principal partido de la oposición.