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Las reacciones alérgicas a medicamentos constituyen un problema sanitario de relevancia ya que afectan al dos por ciento de la población y suponen una importante sobrecarga para los servicios sanitarios públicos.
De ahí la importancia del primer Curso de Desensibilización de Fármacos, celebrado en Barcelona y enfocado a facilitar al alergólogo una actualización de la metodología a emplear ante los casos de posible desensibilización a quimioterápicos, antibióticos, AINEs y anticuerpos monoclonales. Así, en él se abordaron específicamente el manejo de fármacos cuya aplicación y tolerancia son imprescindibles para alcanzar éxitos terapéuticos en patologías tan severas como diversos tipos de cáncer, enfermedades reumatológicas o neurológicas, entre otras.
Enrique Martí Guadaño, organizador del mismo (que está avalado científicamente por la Sociedad Española de Alergología), explica que un papel destacado en el curso lo ocupan el enfoque de los tratamientos con diferentes quimioterápicos (platinos, taxanos) y anticuerpos monoclonales (rituximab, antiTNF alpha). “Este tratamiento de desensibilización permite a determinados pacientes que presenten reacciones de hipersensibilidad a determinados fármacos de primera elección y que les impidan su utilización, puedan llegar a tolerarlos”, añade el presidente de la Fundación Martí Fabra.
Efecto continuado
Por su parte Mariana Castells, responsable del programa de desensibilización en el Hospital Brigham and Women´s de Boston (EEUU) y directora de este encuentro ha repetido en diversos foros que la desensibilización ha sido un gran avance para la Medicina, porque ha permitido que pacientes que no respondían bien a un medicamento determinado o han mostrado una reacción de hipersensibilidad, lo toleren y puedan ser tratados con él, si no tienen otra alternativa terapéutica.
Esta acreditada alergóloga opina también de que el efecto de la desensibilización continúa mientras la medicación se mantenga, como puede ocurrir en aquellos pacientes a los que hay que desensibilizar con ácido acetilsalicílico para tratar determinadas enfermedades vasculares y que pueden seguir el tratamiento hasta 30 años.
Entre los conferenciantes que participaron en el curso figuraban los doctores David González de Olano, del hospital madrileño de Fuenlabrada; Arantza Vega, del Hospital Universitario de Guadalajara; Jaume Sánchez, de la Unidad de Diagnóstico y Alergia a Medicamentos de Barcelona; María Rubio, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, y Joana Calado, del Hospital Santa María de Lisboa (Portugal).
