A. L. S. Madrid | viernes, 31 de enero de 2014 h |

El paso de Javier Fernández-Lasquetty por la Consejería de Sanidad no ha dejado indiferente. Esperanza Aguirre decidió confiarle la gestión del Sermas tras la renuncia de Juan José Guemes, que le dejaba la herencia de poner en marcha la libre elección y el establecimiento del área única. Dos años después, el consejero tuvo que arrancar el Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público que incluía, entre otras cosas, la implantación del euro por receta, la externalización de la gestión de 6 hospitales y 27 centros de salud del Sermas y la transformación del Hospital de La Princesa en un centro de alta especialización para pacientes mayores y del Hospital Carlos III en uno de estancia media.

Unas medidas que no se han llevado a cabo, en el caso del euro por receta por la sentencia del Tribunal Constitucional, y en el caso de la externalización, porque tras sucesivas sentencias judiciales, se volvía a sentenciar la suspensión cautelar del proceso, lo que desembocaba en la decisión del Gobierno de Ignacio González de tirar la toalla. En tal caso, la oposición de un sector de los profesionales creaba la Marea Blanca trayendo protestas y jornadas de huelgas en la sanidad madrileña y, como consecuencia, un deterioro importante de las relaciones entre sanitarios y consejería. Tampoco ayudó al respecto la jubilación forzosa a los 65 años que se incluía en el plan de ordenación de RR.HH., que generó malestar entre los especialistas que no pudieron prorrogarla hasta los 70 (el 30 por ciento era la cuota establecida).

Sin embargo, las relaciones con los profesionales no siempre han sido tan turbulentas. Las reuniones con 600 jefes de servicio fueron el germen para elaborar 44 planes estratégicos para dar solución a problemas asistenciales. A su llegada en 2010, Fernández-Lasquetty se propuso cumplir con los acuerdos que estaban pendientes como la OPE de especializada, la contratación de interinos o la conversión de los eventuales en interinos. Este último aspecto quedó cubierto en parte antes de la dimisión del consejero, al anunciar en diciembre que un número importante de eventuales pasarían a ser interinos al tiempo que también se ampliaba la duración de contratos eventuales hasta los 12 meses. El consejero también ha dejado planificadas las OPE de 2014, que constarán de 3.325 plazas.

Por otro lado, Lasquetty se ha encargado de materializar los indicadores de calidad de los centros de salud y hospitales y de dejar la estructura de la Estrategia de Crónicos de la comunidad.

El ya exconsejero se lleva además el reconocimiento de la Comunidad, que le ha otorgado la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo por su compromiso para mejorar los servicios públicos.