Alergología/ Semana Mundial de la Alergia
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Los alergólogos se reivindican para tratar estas enfermedades de forma unificada
El Libro Blanco de la alergia reclama más y mejor formación entre los médicos
E. Sainz Corada
Madrid
La fragmentación de la atención sanitaria que se da al paciente alérgico “reduce la calidad de esta atención”, tal y como aseguró Pedro Ojeda, secretario de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), pues no sólo se ocupa de él el alergólogo sino que “si se trata de un niño lo ve el Pediatra, si es asma el neumólogo…”, lamentó.
Ojeda hizo estas declaraciones con motivo de la celebración de la Semana Mundial de la Alergia, en la que participaron 35 hospitales españoles, y donde se presentó el Libro Blanco de la enfermedad, un documento elaborado por 84 sociedades regionales y nacionales de alergia, asma e inmunología clínica de todo el mundo para describir la situación actual de la patología en el mundo.
En la Declaración que incluye el Libro, la Organización Mundial de la Alergia hace una serie de recomendaciones a los gobiernos y autoridades sanitarias para controlar la situación y plantear las soluciones de futuro para una enfermedad que supone un problema de salud pública global, y basa su estrategia de actuación en siete puntos fundamentales:
Aumentar la conciencia pública sobre la enfermedad y su prevención; ofrecer formación sobre Alergología a los médicos de AP y a los especialistas de otras áreas; preparar a los estudiantes de Medicina para colaborar con los especialistas; crear un enfoque más integrado y holístico para su diagnóstico y tratamiento; establecer medidas de control ambiental; fomentar un enfoque preventivo haciendo hincapié en la importancia de continuar la investigación sobre las causas de las enfermedades y su tratamiento; y desarrollar planes nacionales de acción en alergia para promover la prevención de estas patologías y la tolerancia inmunológica con el objetivo de reducir su carga.
Más formación
Sobre la recomendación de mejorar la formación se dice que “una adecuada formación a estudiantes y médicos de AP y otros profesionales sanitarios ayudaría a la hora de reconocer la alergia como causa subyacente de otras muchas enfermedades comunes”, y que esto les permitiría abordar trastornos leves y sin grandes complicaciones alérgicas, centrándose en los mecanismos que rigen los procesos inflamatorios asociados discriminando los casos que deben ser derivados a una alergólogo para una consulta especializada.
“Los médicos de AP y los pediatras deben contar con protocolos para la gestión conjunta de los pacientes con los alergólogos y conocer el papel que estos profesionales desempeñan en la investigación, la gestión y el cuidado de los pacientes con problemas alérgicos graves”.