Expertos del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y el Instituto Catalán de Oncología (ICO) han llevado a cabo un estudio que ha revelado un nuevo rol de S6K1 en la inducción de una red epigenética que juega un papel calve en el proceso de formación de grasa. El estudio, que se ha publicado en Molecular Cell, se llevó a cabo en colaboración con investigadores de Standford, Cincinnati y Corea, y podría conducir potencialmente al desarrollo de biomarcadores de diagnóstico y fármacos dirigidos contra la obesidad,
Estudios previos ya habían demostrado que S6K1 juega un papel crítico en la producción de lípidos a través de la regulación transcripcional del proceso de diferenciación de las células madre mesenquimales (MSCs) en adipocitos, aunque las vías de señalización nucleares por las que es mediada esta respuesta no se conocían completamente.
Transcripción de S6K1
Esta nueva publicación demuestra que la transcripción de S6K1 está mediada por la translocación de S6K1 al núcleo (inducida por BMP4), la fosforilación de la histona H2B que conduce al reclutamiento de EZH2 y la trimetilación de la histona H3. Este cambio epigenético impulsa la adipogénesis temprana, que es la principal causa de la obesidad. Estos resultados sugieren que los inhibidores directos de S6K1 podrían servir como ruta terapéutica potencial contra la obesidad, una posibilidad que está siendo estudiada por los investigadores.
Posible biomarcador
Los resultados del estudio también sugieren que la fosforilación mediada por S6K1 correlaciona con el índice de masa corporal (IMC). Por lo tanto, el nivel de fosforilación podría servir como un biomarcador potencial para la obesidad, dado que la hiperactivación de esta vía de señalización se ha observado en muestras de tejidos de individuos con sobrepeso. En este sentido, ya se ha iniciado una colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn) para explorar esta posibilidad.