José Manuel Bajo Arenas, presidente de FACME
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U.G., RSC Pregunta. ¿Cómo se entiende desde la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) la Responsabilidad Social Corporativa? Respuesta. Desde la Federación, las responsabilidades que tenemos con nuestro entorno las hemos dividido en cinco o seis, pero fundamentalmente se puede decir que velamos por la calidad de la asistencia de la sanidad. Esto lo hacemos a través de las sociedades científicas con una serie de objetivos que todos tenemos. Nos une una serie de actividades como la protocolarización de los procesos, las guías clínicas, los medios de actuación; todo ello para evitar la variabilidad clínica y hacer que la calidad de la asistencia sea buena. Lo que tratamos es de buscar formación continuada. Los conocimientos van cambiando y hay que ir actualizándose, algo primordial para el desarrollo profesional continuo y la evaluación de las competencias. P. La Federación establece un código de buenas prácticas para las sociedades científicas. ¿Qué aspectos recoge este código? R. El código recoge los aspectos que conciernen el trato con los agentes que tenemos relación como profesionales, es decir, qué debemos hacer y cómo debemos actuar con ellos. Por ello este documento reúne aspectos del trato con las administraciones, con la industria farmacéutica, con nosotros mismos y también con los pacientes. Un trato que siempre ha de ser muy transparente. P. ¿La RSC debe estar en la esencia de una sociedad científica? R. Bueno, la esencia de una sociedad científica es defender, como es lógico y en primer lugar, los intereses de sus asociados de forma legítima. Esto está relacionado con la atención y la calidad al paciente, son cosas que van muy unidas, como se puede entender. En un principio, lo que hay que hacer es dedicarse al tratamiento de las enfermedades y luego a que el paciente tenga una buena atención. De esto se deriva que los intereses de las sociedades científicas deben ir encaminados a que la formación de los médicos sea buena y por ello, facilitarles los instrumentos para que se pongan al día de todo lo que estos profesionales precisen. P. ¿Cómo puede ser una sociedad científica socialmente responsable? R. Todas las sociedades científicas son socialmente responsables desde el momento de su constitución. Los miembros de su asamblea piensan en que el beneficio tiene que revertir en la sociedad, tanto en la profesión como en su entorno. Todas son socialmente responsables y tienen unos mecanismos y transparencia de actuación tremendos. No son sociedades lucrativas, que busquen el beneficio económico, e incluso las que tienen mayor presupuesto tienen transparencia total. El fin es el de defender los intereses de cada especialidad y el bien común es la calidad de sus asistencia a través de, como ya se ha explicado, una formación continuada que se manifiesta en la elaboración de programas, guías, etc., un conjunto de actividades que tienen que ver con ese concepto de responsabilidad. P. Facme ha puesto en marcha su propia fundación. ¿Qué labor realiza la misma? R. Sí, Facme tiene su propia fundación pero todavía es un pequeño germen que acaba de empezar. Evidentemente su labor es dar becas, ayudas, premios, todo lo que sea para incentivar el avance de la investigación y el conocimiento. Pero tiene un problema que nos obliga a esperar y aguantar el chaparrón en la actualidad. Una fundación para poder realizar sus actividades tiene que disponer de fondos y nosotros todavía no los tenemos. Esperemos que esto cambie. P. ¿Qué se podría hacer para conseguir esos fondos? R. La fundación tiene un plan estratégico para hacerlo, evidentemente. Todos los planes pasan por buscar caladeros que, por otro lado, siempre son los mismos. Hay dos vías para buscar financiación y es que las compañías de forma transparente y solidaria nos quieran dar la formación o, en su defecto, que una parte de todo lo que organiza Facme vaya a para financiar esa fundación. P. ¿Qué iniciativas se están llevando de momento dentro de esta fundación? R. De momento, la iniciativa principal es intentar captar los fondos, como se puede suponer porque sin fondos no podemos hacer nada, entonces ahora mismo los esfuerzos se centran en eso. P. ¿Cree que en el sector de la salud se apuesta lo suficiente por la RSC? R. En la ley de ordenación de profesionales sanitarios dice que la formación continuada del profesional es un derecho y también una obligación. La atención al paciente está claro que es algo que tiene que ser universal y todo debe girar entorno a una buena calidad de la asistencia. En este punto no debe caber ninguna duda. Cuando oyes hablar a los agentes implicados en todo este proceso, es decir, el sector político, el sector sanitario, el sector farmacéutico… todos dicen que es por el bien del paciente. Respecto a los profesionales, conseguir esa calidad pasa por lo que establece la ley de formación continuada. La obligación es que si al cabo de cinco años, si un médico no se ha formado, no ha hecho cursos, pues no se le puede seguir manteniendo la licencia para ejercer. Lo que hace falta es ver cómo se va a recertificar esa continuidad en la formación. Las sociedades científicas ahí tenemos una gran responsabilidad, porque somos nosotros los que tenemos que refrendar esa formación de alguna forma. P. ¿Quizá a través de las fundaciones? R. Las fundaciones están para dar las armas para esa formación, para ofrecer los cursos, los simposios, etc. Los que tienen que valorar son las sociedades científicas. P. ¿Qué aspectos crees que son susceptibles de mejorar? R. Al hilo de la anterior pregunta, las sociedades tenemos un reto de futuro, que es evaluar toda la formación continuada, de asumir esas competencias. Además, tenemos el reto de reto de buscar esa financiación para ejercer la labor de dar instrumental a los profesionales para que actualicen sus conocimientos. Ahora, el IVA de los congresos ha subido de un 8 a un 21 por ciento por considerarse actividad cultural. Vamos a pasar una consulta vinculante a la Agencia Tributaria porque esto no es cultura, es una formación continuada que, como ya he dicho, es un derecho y un deber del profesional. P. ¿Cómo ve el futuro de la RSC y las Fundaciones en el ámbito de la medicina actual? R. La crisis económica afecta a todo, que no quepa la menor duda de ello. Las fundaciones deben hacer lo posible por buscar su financiación. Cuantos más recursos puedan tener más cosas podrán hacer. Hay muchas sociedades científicas que tienen sus fundaciones y que desarrollan una labor de formación de forma totalmente lícita. Pero, actualmente, la crisis es un problema que está afectando mucho a este tipo de organizaciones puesto que los donantes y todas aquellas instituciones ya sean públicas o privadas están recortando los fondos que destinan para este tipo de labores. Aún así, hay que seguir buscando el rumbo y estoy seguro de que saldremos adelante. P. ¿Entonces nos quedamos con un mensaje positivo? R. Por supuesto, eso no hay que dudarlo. Saldremos adelante. Hemos salido de muchas otras recesiones, así que de ésta también lo haremos. La humanidad está llena de grandes catástrofes y siempre se ha salido de ellas, así que el mensaje es totalmente positivo. La situación ahora es ajustada y comprometedora, pero el panorama se aclarará y se saldrá adelante sin ninguna duda. viernes, 14 de septiembre de 2012 h
“La crisis económica afecta a todo, sobre todo a este tipo de labores, pero las fundaciones deben hacer lo posible por buscar financiación. Cuantos más recursos puedan tener más cosas podrán hacer”