El Servicio de Farmacia del Hospital de Valme, en Sevilla, puso en marcha un estudio con el objetivo de diseñar y validar una encuesta de satisfacción con la atención farmacéutica recibida en las consultas de FH. Esta investigación ha sido publicada en la revista Farmacia Hospitalaria y se realizó en cinco hospitales andaluces y se incluyeron pacientes externos que eran atendidos en estas consultas.
Ramón Morillo, adjunto del Servicio de Farmacia del Hospital de Valme, explicó a este suplemento que medir la satisfacción del paciente externo tiene “una importancia altísima”, ya que cada vez son un número mayor y este incremento no debe suponer una disminución de la calidad. En este sentido, apuntó a que los resultados obtenidos en esta encuesta fueron muy altos en todos los ítems consultados, como el conocimiento de los medicamentos, las interacciones, la adherencia o la implicación de este profesional.
Y es que estos pacientes presentan muchos retos para el farmacéutico hospitalario y, de hecho, desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) se están replanteando la fórmula para responder a sus necesidades. Concretamente, están trabajando actualmente en el Mapa Estratégico de Atención Farmacéutica al Paciente Externo (proyecto Mapex) (ver GM nº 549) con el objetivo de mejorar en tres grandes ámbitos. Por un lado, en la satisfacción del paciente y la mejora de los resultados en salud que se consiguen en los pacientes. Por otro lado, Morillo apuntó a la visión y el liderazgo que puede tener el farmacéutico en todo lo que tenga que ver con la farmacoterapia del paciente y cubrir las necesidades que estas personas tengan en relación con ellos. El tercer aspecto es centrarse en las necesidades de los pacientes que no tienen que ver con la medicación que dispensan, integrándose definitivamente en el equipo multidisciplinar y teniendo en cuenta que se trata de plantear una fórmula en la que haya farmacéuticos especialistas por áreas concretas. “Una pueden ser las patologías médicas, otra la oncohematología, las terapias biológicas, etc.”, señaló el adjunto del Servicio de Farmacia del Hospital de Valme para añadir que, actualmente, los profesionales que están al frente de las consultas externas de farmacia no están tan especializados, sino que son polivalentes y reciben a pacientes de todo tipo, por lo que se busca una especialización que implique que si ese paciente externo se convierte en ambulante o, incluso, si ingresa, sea el mismo farmacéutico el que le atienda siempre para mejorar la continuidad asistencial.
La mejora de los resultados en salud pasa necesariamente por una mayor adherencia y, para ello, es necesario estratificar a los pacientes —no solo por su medicación hospitalaria, sino los aspectos sociosanitarios, la medicación completa y sus necesidades sociales—, trabajando en modelos piramidales para saber qué tipo de atención van a necesitar en función de esas características. Otro aspecto en el que es importante trabajar es con el diagnóstico educacional de los pacientes y, a partir de ahí, hacer un esfuerzo para motivarlos tanto en adherencia como en prevención y manejo de efectos adversos.
Finalmente, incidió en el concepto de oportunidad para, gracias a las nuevas tecnologías, poder estar cerca del paciente cuando lo necesita y no exclusivamente cuando acude a consulta, incluyendo la telefarmacia y las app para hacer el seguimiento de la adherencia.