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El farmacéutico hospitalario es el único profesional con una visión transversal de todo el proceso relacionado con la farmacoterapia
“Falta información sobre los procesos de aprobación y de cómo se decide la financiación pública de los fármacos”, denuncian los expertos
Durante el encuentro de Valencia se puso de manifiesto la carencia de un marco de mínimos a la hora de definir la eficiencia de un medicamento. Una situación que suele depender de la buena voluntad de los profesionales siguiendo las recomendaciones y los procedimientos normalizados de evaluación de la SEFH. Por este motivo se defendió la creación de un marco de decisión en el que deberían participar las sociedades científicas definiendo cuál es el tratamiento más eficiente y con que fármacos deberían compararse. A partir de ahí se tendría que dar a conocer cuál es el beneficio mínimo para que se pueda asegurar en clínica que un tratamiento es mejor que otro. Esta situación condicionaría los ensayos clínicos ya que cuando se diseñe debería medir esos parámetros establecidos por las sociedades y no otros. Las reglas de juego debe estar claras para saber “qué se debe medir, qué no, cuál es la significación clínica para decir que algo es mejor y que no se invierta dinero en otras cosas, y por eso las administraciones tienen que adecuar sus permisos a los estudios promovidos por los laboratorios, para que se ajusten a lo que entendemos que debe medir, y luego ver hasta dónde podemos llegar en la financiación”, concluyó Pedro García.
C.A. / T.M.
Valencia
Una oportunidad que no hay que dejar escapar, y menos en estos tiempos. Así coinciden los farmacéuticos hospitalarios en ver el nacimiento del comité de coste-efectividad de los medicamentos y productos sanitarios en el real decreto-ley 9/2011. Una oportunidad para la que se ven preparados y en la que esperan participar activamente si el organismo tiene la tecnificación necesaria.
En este sentido, los expertos reunidos en el taller “Registro, autorización, financiación y fijación de precios de los medicamentos en España” reivindicaron el papel del farmacéutico “para dotar de un valor añadido a las decisiones”. La participación del profesional de farmacia se justifica en que es el único que tiene una visión trasversal de todo el proceso relacionado con la farmacoterapia, desde la selección, la adquisición o la distribución, hasta el seguimiento. Además, la profesión asume que debe ejercer un papel de liderazgo tanto en la utilización de los medicamentos, como en su seguridad o en la participación de resultados de salud.
Una de las coordinadoras de la jornada, Cristina Rey, justificó la pertinencia de esta actividad formativa porque en el contexto económico actual, los farmacéuticos tienen que comprometerse en “asumir mayor responsabilidad en todo lo relacionado con la gestión”. Rey explicó que en el día a día de estos profesionales se toman “muchas decisiones relacionadas con la utilización adecuada, segura y coste-efectiva de los medicamentos” pero, según ella, hay falta de información sobre los procesos de aprobación, bien en la Agencia Europea del Medicamento (EMA), bien en la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), así como acerca del por qué de los precios de unos medicamentos o cómo se decide su financiación pública.
Rey insistió en que esa información debe ser “una herramienta adicional” a todas las que ya tienen estos profesionales, en el proceso de la toma de decisiones farmacoterapéuticas para que, de esa forma, “poder decidir sobre la recomendación más eficiente”.
Con estos objetivos nacieron esta serie de talleres promovido por Nycomed y dirigidos a los farmacéuticos de hospital, para que éstos puedan conocer las decisiones que afectan a los medicamentos y se puedan comprometer más con la gestión. La cita de Valencia, en la que participaron más de medio centenar de farmacéuticos a los que se sumaron miembros de la Dirección General de Farmacia ha sido la primera (tras un pilotaje en Galicia) de una serie de doce ciudades por las que pasará el curso.
Durante la jornada, el otro coordinador de la misma, Pedro García, mostró su interés en trasladar ese conocimiento del nivel estatal al nivel autonómico para “ayudar a optimizar, aun más, la toma de decisiones en evaluaciones y análisis de los nuevos medicamentos.” García, incidió en el necesario aumento del peso de los farmacéuticos porque, a veces, se pueden observar estudios técnicos que avalan una autorización y un precio, que implica “un coste enorme para obtener un beneficio que no parece tan significativo”. Según él, alguien deberá plantearse hasta qué punto “podemos pagar ese incremento de beneficio”. Por todo ello, habló de “modelo sanitario fracasado” desde el punto de vista de la financiación.
Por su parte, José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), entidad que lidera todo este proyecto formativo, defendió la calidad y la oportunidad de esta iniciativa ya que, el profesional de la farmacia hospitalaria, “debe conocer que hay detrás de que casi el 97 por ciento de lo que se autoriza se financia”, o por qué hay determinadas indicaciones de medicamentos que presentan “evidencias importantes y suponen un importante ahorro y la agencia española del medicamento no las ha autorizado”. Poveda insistió en que esas inquietudes que están dentro de la farmacia hospitalaria y podrían generar incomprensión en aquellos que tienen que tomar decisiones sobre dichos fármacos y “la única forma de solucionar esas dudas” es conocer y profundizar en estos procesos de autorización y financiación, así como “aumentar la participación” de los profesionales de la farmacia hospitalaria en ellos”. Es aquí donde Poveda se presenta más ilusionado con la creación del Comité de Coste-Efectividad, aunque alertó de que “es necesario que vayan técnicos con competencia demostrada” en el trabajo de evaluación, para dotarlo de rigurosidad y transparencia y, de esa forma, generar la “suficiente credibilidad que evite posteriores reevaluaciones por parte de cada comunidad autónoma.”
Más conocimiento
La jornada celebrada en el Hospital La Fe de Valencia, comenzó con la participación de Natividad Calvete, jefa de área de la Unidad de Financiación de la Investigación, de la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad. Calvete, ex-jefa de Servicio de Evaluación Clínica de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, explicó de manera detallada, con las implicaciones que conlleva, el registro de fármacos, profundizando en el procedimiento centralizado, desarrollado en la EMA, el registro nacional, en la Aemps, así como los registros por reconocimiento mutuo o descentralizado. Esta experta analizó su necesaria influencia en la toma de decisiones de evaluación farmacoterapéutica.
A continuación, Pedro Gómez Pajuelo, subdirector general adjunto de la Secretaría General del Instituto Carlos III, vinculó el mayor conocimiento de estos procesos con una mayor y necesaria participación de los farmacéuticos en dichos procesos, por ejemplo, con la puerta que se abre con el Comité creado en el Real Decreto-ley 9/2011.Gómez incidió en su ponencia en explicar el procedimiento de fijación de precios existente en nuestro país, tanto en su aplicación actual como pasada, así como las “nuevas tendencias” existentes en el contexto europeo., además de profundizar en las consecuencias del RDL 9/2011.
Además, quiso destacar que, entre las variables que debe tener cuenta la Administración general para incorporar o no un fármaco a la cobertura de la cartera de servicios farmacológicos, deben estar necesariamente los estudios de coste-efectividad, y a partir de ahora, el impacto presupuestario.