Desde su creación el Sistema Nacional de Salud se ha concebido para el abordaje de los pacientes agudos, sin embargo, el envejecimiento poblacional y el incremento de la esperanza de vida ha hecho necesario que el sistema se oriente hacia los pacientes crónicos. En este sentido, además de la estrategia nacional que desarrolla el ministerio, muchas comunidades autónomas están poniendo en marcha las suyas propias. Esta adaptación fue uno de los puntos clave para los asistentes a la reunión en Valencia.
Así, el expresidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Vicente Bertomeu, subrayó que el problema básico es que hay un sistema asistencial basado en las patologías agudas que necesitan unidades muy especializadas y a personas con mucha capacitación. “Nunca hemos intensificado el enfoque hacia la prevención y hacia la estrategia de los crónicos”, precisó.
En este aspecto, el vicepresidente de Semfyc, Domingo Orozco, hizo alusión a que algunas estrategias de crónicos proponen la estratificación de los pacientes, de modo que se pueda identificar mejor a aquellos pacientes con más riesgo y por tanto garantizar la eficiencia porque “más no siempre es mejor”.
“La estratificación tiene que ir de la mano de la continuidad asistencia y éste es aún un tema pendiente de desarrollo”, puntualizó Orozco. Cuando un paciente crónico tiene que ingresar en el hospital, debe tener “una vía preferente de acceso” y también hay que conseguir que tanto la comunicación, como la forma de actuar sean compartidas “entre los especialistas del hospital y los de AP”, prosiguió.
Desde la Consellería de Sanidad de Valencia se informó de que “en breve” se presentará una estrategia específica con esa visión de continuidad asistencial. Al respecto, su directora general de Ordenación, Evaluación, Investigación, Calidad y Atención al Paciente, Teresa de Rojas, avanzó que “la atención al paciente crónico va a ser el eje principal de esta estrategia que dará respuesta a la realidad actual”. Asimismo, se apuesta por la creación de la figura del paciente experto, que esté informado y sea responsable de su salud. “Por supuesto que queremos reforzar la seguridad del paciente, pero para ello es muy importante que sea responsable en su autocuidado”, apuntó De Rojas.
Mientras, Bertomeu recordó que no hay que olvidarse de otros estamentos secundarios que tienen “un papel fundamental” en la estrategia de los crónicos, pero consideró que la individualización de los pacientes —como ocurre con la enfermera gestora de casos— sólo debe proporcionarse a quienes realmente precisan mucha atención. Para ello, aseveró, “hay que establecer muy bien los niveles de riesgo y dar a cada nivel de riesgo lo que corresponde”.
Sin duda, “el mayor reto es conseguir organizarnos de otra manera” para poder obtener así resultados diferentes, comentó Orozco. España está, a pesar de ello, en un lugar destacado en la atención a la cronicidad, por lo que “si se mira hacia atrás se ve una evolución importante”. No obstante, hay que seguir avanzando en temas como la adherencia terapéutica, ya que la mitad de los pacientes no toman la medicación como se les había recomendado.