21er CONGRESO NACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE DIABETES (SED)
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Los expertos se plantean considerarlo un factor de riesgo cardiovascular más
El 20% de las personas con diabetes tipo 2 presenta grasa en el hígado
C. Ossorio
Barcelona
La diabetes tipo 2 está estrechando los lazos de su relación con el depósito de grasa en el hígado, que recibe el nombre de esteatohepatitis no alcohólica. Según subrayó durante la rueda de prensa inaugural Enric Esmatjes, presidente del Comité Organizador del Congreso, se trata de un concepto bastante novedoso que hasta ahora se había tenido poco en cuenta.
La grasa en el hígado comporta una serie de consecuencias, entre ellas la resistencia a la insulina, su nexo de unión con la diabetes. “Se sabe por estudios recientes que la esteatohepatitis no alcohólica comporta un mayor riesgo de mortalidad, por ejemplo por cáncer, e implica un mayor riesgo cardiovascular, por lo que es un problema sanitario importante. El 20 por ciento de las personas con diabetes tipo 2 presenta grasa en el hígado. Por tanto, en nuestros esquemas asistenciales deberemos evaluar su existencia, y se está planteando considerarlo un factor de riesgo cardiovascular más”, declaró el experto.
Si bien la base del tratamiento es la reducción de peso y el control de otros factores de riesgo, Esmatjes añadió que se está discutiendo en la comunidad científica si algún fármaco específico de los que se emplean para el control de la diabetes podría tener eficacia en este ámbito.
Nivel glucémico
El adecuado control del nivel glucémico desde el debut de la enfermedad —tanto en diabetes tipo 1 como en tipo 2— es otro reto pendiente y avalado por estudios que demuestran la memoria metabólica del organismo. “Lo que hacemos ahora por optimizar el control del azúcar tiene consecuencias al cabo de diez años en la enfermedad cardiovascular. Esto es así, y es un concepto que utilizamos para convencer al paciente”, apuntó Esmatjes.
En este sentido, los resultados presentados en el congreso del estudio Diabecap, liderado por Antonio Pérez, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, revelan que sólo 4 de cada 10 pacientes atendidos en atención primaria presentan un control adecuado de la glucemia, unos datos que constatan el deterioro del control con la evolución de la enfermedad. En él participaron 965 investigadores españoles y se analizaron los datos de 4.636 pacientes de todo el territorio nacional; la media de evolución de la enfermedad se situó en 8,1 años, y el objetivo del control glucémico se estableció en un valor de HbA menor de 7 por ciento.
Al inicio del estudio, el 42 por ciento de los pacientes cumplía este factor, pero la proporción varió según el tiempo de evolución, siendo el 51 por ciento con menos de 5 años, y del 35 por ciento con más de 10 años.