ENTREVISTA/ Señala que el gasto puede aumentar a corto plazo con la autorización enfermera, pero como un ajuste del sistema
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CARLOS B. RODRÍGUEZ
Madrid
Pregunta. ¿Hay varios proyectos de decreto en marcha desde hace tiempo, ¿qué nos puede decir de los plazos de su aprobación?
Respuesta. Todos están previstos para la presente legislatura. Estamos estableciendo un calendario de prioridades. En primer lugar iría el de receta, que lleva ya tiempo dando vueltas. Tenemos el tema de la distribución, el de márgenes de productos sanitarios, el de trazabilidad y el de publicidad. El de receta espero que antes de cumplir un año aquí, a finales de abril, esté en boletín. Y los demás los vamos a ir abordando sucesivamente para tenerlos todos listos a lo largo del año que viene.
P. El ministerio quiere que el II Plan Estratégico sea un plan ‘vivo’. ¿Qué novedades incluye para conseguirlo?
R. Lo primero que hay que decir es que lo estamos haciendo con la participación de CC.AA. y no hay nada que podamos dar por cerrado. El sector no está mandando aportaciones por escrito y me estoy reuniendo con los colectivos. No soy tan ingenuo como para pensar que todo lo que pogamos ahí va a ser aceptado a pies juntillas por todos los agentes del sector sanitario pero sí me gustaría que hubiese un amplio consenso.
Básicamente va a ser un plan continuista, impulsando aquellas cosas que hemos visto que dan mejores resultados y modificando o corrigiendo otras sobre las que puede haber alguna duda.
P. ¿Incluirá algún cambio para que se reconozca realmente la innovación?
R. Conceptualmente, el tema de la defensa y el empuje a la I+D+i es absolutamente fundamental. Es algo que además está marcado e impulsado por el Gobierno. En los últimos años se ha demostrado en las partidas presupuestarias la apuesta por la I+D como clave en el cambio del modelo productivo.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la situación de crisis económica tampoco es la más adecuada. Pero la apuesta se mantiene, es inherente al campo farmacéutico y tiene un reflejo importante sobre todo en los medicamentos huérfanos.
P. ¿Cree que la prescripción enfermera puede tener algún impacto económico al haber más gente que prescribe o autoriza?
R. Para empezar debo decir que estoy completamente de acuerdo en que las enfermeras puedan jugar un papel más importante del que juegan en relación con los medicamentos. De hecho ya lo están haciendo.
He sido gerente de primaria durante 12 años y sé que el manejo e incluso la indicación, aunque ponga la firma el médico, es una labor habitual de la enfermera bien formada, tanto en primaria como en el hospital. Incluso, por qué no, la variación de ciertas dosis protocolizadas. La modificación de la ley lo único que pretende es dar carta de naturaleza a esto y va a ser un paso para la enfermería notable, porque soy de los que piensa que el futuro de nuestro sistema sanitario pasa, entre otras muchas cosas, porque la enfermería juegue un papel mayor del que está jugando ahora, especialmente en AP, teniendo en cuenta el tema de los enfermos crónicos y el envejecimiento.
Dicho eso, ¿va a tener repercusión sobre el gasto? No tengo una bola de cristal… espero que no, pero podría ser, sobre todo a corto plazo. Es un poco lo que está pasando con la receta electrónica. No en todos los sitios pero en las CC.AA. en las que se está utilizando de manera importante sí hay un incremento del gasto aunque es un problema de ajuste del sistema. En mi experiencia personal la enfermera es una excelente gestora y los recursos los utiliza muy bien en términos generales.
P. Recientemente han presentado un informe proponiendo el copago de jubilados, ¿está definitivamente excluido?
R. Yo creo que del debate no hay que retirar nada. La ministra se ha expresado con bastante claridad en las últimas semanas, diciendo que no parece adecuado introducir copagos no existentes en momentos de crisis económicas especialmente concentradas en los grupos más desfavorecidos.
El debate sobre el copago o tique moderador lo recuerdo permanentemente desde que estoy en el sector sanitario pero en estos momentos no parece que sea una medida adecuada.
P. ¿Y la exclusión de fármacos para síntomas menores para aliviar las cuentas públicas?
R. Es otro de los temas que se ha abordado periódicamente en España y yo diría que hay que ir planteándolo para algunos medicamentos porque no tienen suficiente utilidad terapéutica o porque su utilización y compra es tan masiva que no merecen la pena.
Ahora bien, no es el momento adecuado para las exclusiones masivas de medicamentos, por la misma razón que para el copago. Pero de cara al futuro, la prestación farmacéutica se debe concentrar en los medicamentos de prescripción médica y sobre todo en aquellos que aportan ventajas notables en los pacientes.