ENtrevista/ Defiende la creación de unidades funcionales multidisciplinares para aumentar la eficiencia ante la crisis

br

E. S. Corada Madrid | viernes, 04 de mayo de 2012 h |

Pregunta. Tras su toma de posesión hace casi un año, manifestó su interés por establecer lazos de colaboración con otras sociedades científicas. ¿Se ha iniciado ya el contacto con alguna?

Respuesta. Actualmente trabajamos conjuntamente con diversas sociedades científicas que participan activamente en el control de pacientes comunes como son los diabéticos, obesos y aquellos con enfermedad renal crónica. La colaboración con la Sociedad Española de Diabetes (SED) es habitual en los congresos nacionales, donde se desarrollan mesas conjuntas. Adicionalmente, trabajamos en un simposium anual con la SED y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad en torno a la Diabesidad. Recientemente se publicó una guía para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en la que hemos participado diversas sociedades relacionadas con esa enfermedad. También participamos en otros proyectos con la SED y la red Gedaps y con el CiberDEM en el marco del proyecto la Casa de la Diabetes. Asimismo hemos colaborado en el consenso de la enfermedad renal crónica con las sociedades españolas de Nefrología, Medicina Interna, Cardiología, HTA y las de Atención Primaria. Adicionalmente, estamos afiliados a la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad), desde donde se ha elaborado un consenso del tratamiento dietético de la obesidad en el que hemos participado muy activamente. A través de los propios grupos de trabajo existen colaboraciones con otras sociedades afines. También tenemos estrechas relaciones funcionales con la Sociedad Portuguesa de Endocrinología y obviamente con la Europea.

P. Además de la reciente creación de los grupos de trabajo de Diabetes y Diferenciación sexual, planteó el desarrollo de otro más de Docencia, ¿se ha hecho ya?

R. El grupo de trabajo de Docencia se llama Endocrinología Joven y agrupará a los especialistas en formación, que configuran dentro de la Sociedad un colectivo que tiene necesidades adicionales particulares. Este grupo está en marcha y va consolidando sus características y la oferta que presentará a todos los residentes de Endocrinología y Nutrición, estando previsto que este mes pueda ya desplegar públicamente sus posibilidades de cara a que sea de gran utilidad para el colectivo de endocrinólogos en formación.

P. ¿En que plano cree que es necesario dar un mayor impulso a la especialidad y por qué?

R. La especialidad se ocupa de áreas de gran trascendencia para la salud pública, como es la diabetes, obesidad, alteraciones nutricionales, osteoporosis y enfermedades del tiroides. Otro tipo de patología como los trastornos de la hipófisis, de la función gonadal o de las glándulas suprarrenales son menos frecuentes, pero algunas de las enfermedades que afectan a estos órganos poseen un impacto muy severo sobre la calidad y expectativa de vida a través de implicar a diversos sistemas como el cardiovascular, inmunológico o el sistema nervioso. La relación de la Endocrinología con la Oncología es cada vez más importante, razón por la que la Endocrinología Oncológica se abre paso de forma dominante, habida cuenta de las opciones terapéuticas que ofrece la expresión de receptores hormonales en las células tumorales. Por prevalencia, la obesidad y la diabetes tipo 2, auténticas epidemias, son las que mayor atención requieren en el terreno no solo del tratamiento, sino también de la prevención y el diagnóstico precoz, pero otras áreas como los trastornos del metabolismo fosfocálcico con la osteoporosis a la cabeza, la Tiroidología, la Endocrinología Oncológica y la Neuroendocrinología exigen un continuo desarrollo por las implicaciones sobre la salud de la población.

P. En cuanto a la investigación, ¿qué proyectos tienen en marcha?, ¿tienen pensado hacer públicos resultados de alguno a corto-medio plazo?

R. Nuestro brazo ejecutor en los programas de investigación está constituido por nuestros grupos de trabajo, que están dedicados a las principales enfermedades. La totalidad de los grupos están inmersos en diversos proyectos de investigación, donde destacan además de estudios concretos, registros de patologías (acromegalia, síndrome de Cushing, neoplasia endocrina múltiple, cirugía bariátrica entre otros) que nos ayudan mucho a conocer la magnitud de la prevalencia e incidencia de diversas enfermedades en nuestro país, y la forma de optimizar su prevención, diagnóstico y tratamiento.

P. Una nueva línea de investigación relaciona obesidad y contaminación ambiental, ¿qué supone este descubrimiento?

R. Existen evidencias experimentales que sugieren una relación fisiopatológica entre algunos compuestos químicos tóxicos, como bisfenol A, dioxinas, ftalatos, pesticidas, fungicidas, etc.. que se encuentran a nuestro alrededor en la vida cotidiana, y el desarrollo de obesidad y diabetes tipo 2. Las evidencias en humanos son fundamentalmente de tipo epidemiológico. No obstante, las investigaciones llevadas a cabo en modelos animales ofrecen resultados sólidos que implican a estas sustancias en la interacción de receptores hormonales que pueden modular el desarrollo de los adipocitos o la secreción y resistencia a la insulina. Es un campo de investigación de alto interés que exige avances rápidos para permitir una aplicación del conocimiento a la prevención y tratamiento de ambas enfermedades. Al fin y al cabo, tanto obesidad como diabetes tipo 2 se encuentran muy conectadas fisiopatológicamente y todo lo que sea actuar sobre el mayor número posible de elementos implicados en su desarrollo ayudará a frenar el aumento de prevalencia.

P. Los premios BiC, que entrega cada año GM, reconocen a los servicios que destacan por su atención al paciente. En su opinión, ¿qué aspectos habría que valorar en Endocrinología y Nutrición?

R. Los servicios deben desarrollar labores asistenciales, docentes y de investigación. Además de contar con una cartera de servicios completa, la formación de equipos multidisciplinares en colaboración con otros servicios como Cardiología, Psiquiatría, Cirugía, Medicina Nuclear entre otros, con las consiguientes vías clínicas es un exponente de calidad de trabajo asistencial. Contar con un Hospital de Día donde puedan llevarse a cabo de forma ambulatoria exploraciones y tareas asistenciales puntuales, como el cuidado de los pies de los diabéticos, educación diabetológica, retinografía no midriática, pruebas funcionales hormonales, etc, ofrece una posibilidad de aumentar la eficacia y la eficiencia en la atención de los pacientes. En el capítulo docente deben tenerse en cuenta las sesiones que se llevan a cabo con regularidad en el servicio, tanto bibliográficas, como monográficas, de casos clínicos y de investigación. El número de tesis que se defienden debe tenerse en cuenta. El cumplimiento del programa de docencia para residentes es igualmente un requisito esencial. En lo que respecta a la investigación, los proyectos realizados y en marcha, el número de publicaciones, ponencias y comunicaciones a congresos, la colaboración con grupos de investigación básica o el hecho de contar con investigadores básicos en el mismo servicio otorgan un plus de calidad insoslayable.

“El grupo de docencia se llama Endocrinología Joven y agrupará a los médicos en formación”

“Existen evidencias que relacionan compuestos químicos a nuestro alrededor y la diabetes”

P. En el contexto de crisis actual, ¿cómo pueden afectar los recortes económicos a esta especialidad?

R. La crisis económica puede afectar tanto a la vertiente asistencial, como docente e investigadora. Las tres áreas son esenciales en el desarrollo de la especialidad. La restricción del número de especialistas en Endocrinología y Nutrición en los centros de salud y en los hospitales representa el mayor peligro que afecta directamente a la salud de los pacientes. La disminución de los recursos que permiten contar con elementos terapéuticos básicos como la educación sanitaria, y más específicamente diabetológica y nutricional, aspectos clave en promocionar la eficacia y eficiencia del trabajo asistencial, es un riesgo añadido. La crisis puede afectar directamente a las actividades de formación continuada, y los recortes en las ayudas de investigación, pueden paralizar el brillante desarrollo que hasta ahora ha tenido la Endocrinología y Nutrición en España. Siendo conscientes de las dificultades económicas que atraviesa el país, debemos generar nuevos formas de actuar que nos permitan aumentar nuestra eficiencia incrementando los niveles de competitividad sin renunciar a la calidad que hemos conseguido. La creación de unidades funcionales multidisciplinares con protocolos y vías clínicas de actuación para enfermedades crónicas y de alta prevalencia como es la endocrino-nutricional, puede constituir una excelente opción para un periodo en el que han de optimizarse los recursos sin menoscabar la calidad asistencial.