INFORME/ Junto con el “monopolio informativo” del hospital y su “brillo tecnológico”
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La “esclavitud del diagnóstico” es clave en el aumento del gasto, según Hernansanz
Propone el pago por salario y dotar al médico de responsabilidad económica
REDACCIÓN
Madrid
El aumento del gasto no se debe fundamentalmente al envejecimiento de la población ni a las nuevas tecnologías —incluyendo los medicamentos— sino al mayor número de intervenciones preventivas y curativas, diagnósticas y terapéuticas, lo que Francisco Hernansanz define como la “esclavitud del diagnóstico”. Así lo explica el subdirector de la Cátedra de Medicina de Familia y Economía de la Salud —creada hace un año por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) junto a la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y Grünental Pharma— en el primer informe de situación cerrado a finales de 2010, donde alerta de que el verdadero cambio en los hábitos organizativos del primer nivel asistencial sigue sin producirse pese a las múltiples modificaciones estructurales (gerencias únicas, las sociedades mercantiles, fundaciones, etc). El documento destaca como hechos que han marcado la situación de la AP en España el crecimiento de la demanda privada de asistencia ambulatoria, la pérdida de peso en la financiación del primer nivel y la falta nuevos facultativos por el “escaso interés” político, ciudadano y educativo. En cuanto a la primera, el informe explica que la doble cobertura de proveedor de colectivos con capacidad de elección ha contribuido al “descrédito” del profesional de primaria, como si el acceso directo a la especializada fuera sinónimo de calidad, a lo que se suma el “monopolio informativo” del hospital y su “brillo tecnológico”.
Ante esto, Hernansanz plantea soluciones que pasan por fomentar la polivalencia del médico de AP frente a la superespecialización hospitalaria y por introducir a este profesional en los sistemas de aseguramiento público con provisión privada ya que, a su juicio, poco prestigio genera un nivel que sólo atiende a quien no tiene otras alternativas. En cuanto a las retribuciones, apuesta por reconsiderar el pago por salario para evitar complementos que incentiven la “ingeniería documental”, así como valorar otras alternativas retributivas, individualizando la negociación colectiva según la valía del candidato y el destino. Además, aboga por dotarle de responsabilidad económica y jurídica, en un trabajo por cuenta propia con capacidad de compra tanto de producto intermedio como de atención especializada, con mecanismos que frenen el fraude o la corrupción.