El ciudadano ha de participar e involucrarse en el sistema de investigación junto con las empresas, la universidad, los investigadores y la Administración, tal y como ha puesto de manifiesto la Comisión Europea. En este marco, comunicar y explicar los proyectos científicos se convierte en clave imprescindible para lograr el respaldo de la sociedad. Según los expertos reunidos en la X Jornada Medes – MEDicina en Español “El conocimiento científico y su comunicación” de la Fundación Lilly que se ha celebrado hoy en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial, el idioma español tiene una gran oportunidad como lenguaje de transmisión científico si se utilizan las nuevas tecnologías para digitalizar los contenidos de forma inteligente de manera que se pueda recuperar información conceptual y personalizada; contenidos enlazados entre sí, y teniendo en cuenta la fuente donde se están generando datos, como es el caso de las redes sociales.
Según Ricardo Mairal, vicerrector de investigación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y presidente de la Asociación Española de Lingüística Aplicada (AESLA), “digitalizar no es replicar lo ya existente en papel, sino aplicar la tecnología para crear recursos que superen con creces las funcionalidades de lo ya existente”.
Desde su punto de vista hay tres retos que marcarán el futuro de la investigación en general y de los recursos lingüísticos en particular. En primer lugar, “la aplicación de técnicas de inteligencia artificial nos permitirá recuperar información personalizada y conceptual, es decir, podremos hacer búsquedas de información inteligentes”, explica. Así, pone como ejemplo el diccionario, donde no sólo buscaremos significados, “sino que sabiendo funcionalidades encontraremos las palabras”.
El segundo desafío al que hace mención Mairal está relacionado con la presentación de los recursos. “Hay mucha información y muy dispersa. El futuro pasa por los datos enlazados, es decir, contenidos etiquetados semánticamente con un mismo lenguaje para que ante una consulta del usuario pueda recuperar información de diferentes bases de datos, de forma que la búsqueda sea más restringida y eficaz”. Por último, este experto destaca que “a día de hoy no se puede olvidar que las redes sociales son una fuente de datos de primera magnitud por el gran flujo de información que mueve. Existe ya tecnología que captura y analiza grandes cantidades de tuits para poder tomar decisiones”, subraya.
Por su parte, José Antonio Sacristán, director de la Fundación Lilly, coincide en señalar que “la evolución de las nuevas tecnologías y las nuevas formas de comunicación facilitan el tránsito de los conocimientos entre científicos, pero también permiten acercarlos a los ciudadanos para su mejor valoración, uso y aprovechamiento. Y nuestro idioma puede convertirse en una importante lengua de transmisión científica”.
Durante la jornada, Sacristán ha anunciado que el buscador Medes, que actualmente contiene 84 revistas biomédicas en español que cubren más de 40 especialidades relacionadas con las ciencias de la salud, incorporará revistas iberoamericanas en español a la base de datos. “Actualmente más de la mitad de visitas que recibe Medes proviene de Iberoamérica”, explica, quien añade que “con el objetivo de mantener la calidad de los contenidos, la selección se hará de acuerdo a los criterios de calidad y continuidad que el Comité Técnico de Medes, compuesto por profesionales del ámbito de la Medicina, la documentación, la publicación, la información científica y las nuevas tecnologías, aplica a todas las revistas indexadas”. El objetivo de la iniciativa Medes de la Fundación Lilly es potenciar el español como medio conductor de conocimiento de la investigación científica, apunta que
Alta consideración por la ciencia, pero escasa participación
“La cultura científica de la población está mejorando, claramente la ciencia interesa cada vez más a los ciudadanos”, afirma José Ignacio Fernández Vera, director de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECyT) de acuerdo a los últimos datos de la Encuesta de Percepción social de la Ciencia, publicados en 2014. Según los resultados de la misma, un 15 por ciento de los españoles se manifestó interesado en la ciencia y la tecnología, frente al 6,9 por ciento de 2004. Además, 8 de cada 10 españoles tienen la percepción de que el progreso científico favorece el desarrollo económico y un 68,2 por ciento cree que facilita la generación de nuevos puestos de trabajo. “Existe una paradoja entre la alta consideración que los ciudadanos manifiestan tener por la ciencia y la información que estos reciben. Por ello, hay que acabar con el paradigma del científico encerrado en su torre de marfil que descubre cosas maravillosas de las que se beneficia el ciudadano para pasar a un modelo de investigación e innovación responsable en el que el ciudadano colabore, participe y se correctamente informado”, aboga.
En este sentido, durante la X Jornada Medes ha presentado la iniciativa de difusión de la ciencia más reciente que ha puesto en marcha la institución que dirige, la plataforma de Crowfunding Precipita, “que además de servir de escaparate de la ciencia española para que la sociedad conozca lo que hacen nuestros investigadores, permite la participación ciudadana a través de donaciones”. Y es que en su opinión, todos los ciudadanos pueden difundir la ciencia y participar en ella. “Gracias al avance del mundo digital existen multitud de herramientas de fácil acceso y rápidas que se pueden utilizar tanto para mantenerse informado como para participar en la divulgación y comunicación científica”, concluye Fernández Vera.