MADRID/ Apenas un centenar de compromisarios de los más de 500 aprueban las cuentas de 2010 que se saldan con 19.121 euros de beneficio

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El asesor financiero insta a “mejorar algunas partidas en aras de la claridad”

Las partidas destinadas a la fundación del Icomem y a la sede móvil, cuestionadas

| 2011-03-25T17:50:00+01:00 h |

José garcía

Madrid

Los cuatro miembros que forman la Comisión Permanente del Colegio de Médicos de Madrid — la presidenta, Juliana Fariña; el vicepresidente, Miguel García Alarilla; el tesorero, Carlos González Galán; y el vicesecretario, José María Díez Cordero—percibieron de las arcas colegiales en 2010 un total de 116.173 euros en concepto de retribuciones por su actividad, mientras que los ocho vocales, por su parte, ingresaron 108.392 euros. El total de los emolumentos que la junta directiva recibió el año pasado asciende, por tanto, a 224.566 euros, según desveló el nuevo asesor financiero colegial, Pablo Picazo, en la asamblea de compromisarios, celebrada la semana pasada. En esta asamblea apenas un centenar de compromisarios de los más de 500 que la conforman aprobaron el balance de cuentas de 2010, que ha arrojado un beneficio de 19.121 euros frente a los 69.779 euros de 2009. La votación se saldó con 96 votos a favor, 10 en contra y 5 abstenciones.

Picazo desveló estos datos después de que uno de los compromisarios, Guillermo Sierra, ex presidente de la Organización Médica Colegial, preguntara por qué los gastos derivados de las actividades de la permanente se imputaban en el informe económico a las vocalías en un apartado “cajón de sastre” denominado ‘fondo de maniobra de las vocalías’. Sierra calificó a la junta colegial como “junta de banqueros, de alto interés y bajo rendimiento”. El asesor jurídico del colegio dio la razón a Sierra y advirtió que “algunas partidas deben mejorarse en aras a la claridad”, aún así, añadió que “todo se ha realizado conforme a los estatutos colegiales”.

Otras partidas polémicas que protagonizaron una asamblea sin la presidenta Juliana Fariña —”de baja por enfermedad común”, según Alarilla— son las relativas a la fundación colegial, que dirige Jesús Lago, y la sede móvil.

Sierra dijo que no entiende cómo los compromisarios no disponen de los gastos e ingresos de una fundación que recibe del colegio 360.000 euros. Por ello, pidió retirarle los fondos ya que, en su opinión, podría autogestionarse con las actividades que realiza. Otro de los compromisarios, Antonio Rivas, ex secretario del Sindicato Médico de Madrid, también reclamó las cuentas de la fundación y lo que los médicos han recibido de ella, y puso el acento en la responsabilidad de la junta directiva colegial, “que también lo es de la fundación”.

En este punto, Lago justificó la falta de información de las cuentas porque el ejercicio no se cierra hasta junio y remitió a los compromisarios que quisieran saber más al protectorado de fundaciones de la Comunidad de Madrid. “Allí se publican”, dijo y espetó a los asistentes que si se molestaran en leer la memoria, verían que ahí también figuran las actividades que realiza la fundación.

Sierra le replicó que es “la calcomanía” del año anterior y exigió a la junta directiva los ingresos y gastos de la fundación por escrito y firmados, “como hacen con los anuncios de Uniteco”, correduría del colegio. El vicepresidente García Alarilla se comprometió a ello.

En cuanto a la sede móvil, otro de los compromisarios, Carlos Amaya, vicepresidente de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS), se extrañó de los 94.000 euros invertidos en algo que ha tenido “nula actividad”, por ello reclamó “desglose y transparencia en las cuentas”. Picazo justificó el montante destinado a la sede móvil como “gastos de personal” y achacó la nula actividad a “estrategia o una baja de alguien de la estructura”.

Las cuentas de 2010 del Icomem arrojan un incremento de gastos por la subida de las primas en seguros (viaje y vida), asistencia y defensa al colegiado y un nuevo plan de comunicación, y una disminución de ingresos por la reducción económica del acuerdo del Caypam con la consejería y de actividades patrocinadas.

Con todo, según el tesorero González Galán, la liquidación del presupuesto ha sido “satisfactoria”, las desviaciones “no significativas” y el control de la gestión “riguroso”.

Asimismo, la junta decidió convertir en trimestral la revista Madrid Médico y potenciar la web, que se adaptará a la Ley Ómnibus con la ventanilla única para cuidados y colegiados, según expuso Alarilla, que en su informe de balance defendió la colegiación obligatoria y criticó en el ámbito asistencial el retraso de la receta electrónica y la OPE, y el aumento de la violencia, y en el de ejercicio libre, a las aseguradoras, a las que instó a presionar para conseguir unos baremos dignos por acto médico.