Cirugía/ Intervención pionera que aumenta un 15% el número de posibles trasplantados
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Redacción
Barcelona
Una técnica quirúrgica permite aumentar entre un 15 y un 20 por ciento el número de posibles trasplantes de hígado entre vivos mediante la utilización como injerto de la zona posterior del órgano del donante.
Se trata de un procedimiento pionero en Occidente, realizado por especialistas de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), que supera las barreras existentes hasta ahora cuando las características anatómicas del hígado del donante no eran factibles.
Habitualmente, la técnica quirúrgica estándar contempla la extracción del lóbulo derecho hepático del donante, pero, como explica Fernando Rotellar, especialista del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática de la Clínica, “debido a las características de los pacientes occidentales, normalmente es necesaria la extracción de un 60 por ciento del hígado del donante para obtener un injerto adecuado para el receptor”. Esta proporción hepática —un 60 por ciento del órgano para trasplantar al receptor y hasta un mínimo del 30 por ciento para mantener en el donante— es la necesaria para que no se produzcan problemas de insuficiencia hepática en el postoperatorio.
Factores limitantes
Según Rotellar, “los factores que limitan la proporción de hígado que se extirpa al donante residen en la distribución del volumen en los lóbulos hepáticos y en la anatomía vascular y biliar”.
La cuestión es que, en ocasiones como la que se ilustra en la infografía —cedida por la CUN—, las características del hígado del donante impiden mantener la proporción adecuada y el trasplante queda desestimado.
En este caso, el lóbulo izquierdo de la donante contenía menos del 30 por ciento de su hígado, por lo que no era factible realizar la donación habitual a su marido-receptor.
Sin embargo, “la donante presentaba un sector posterior derecho hepático —los segmentos 6 y 7— con volumen suficiente para el peso del receptor, por lo que se obtuvo un injerto con ambos segmentos que para la donante suponían sólo un 40 por ciento de su hígado”, detalla Fernando Pardo, director del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática.
La evolución de donante y receptor fue “excelente”, y recibieron el alta hospitalaria a los 7 y 13 días, respectivamente.