GM Madrid | viernes, 22 de mayo de 2015 h |

La Clínica Universidad de Navarra (CUN) acaba de adquirir uno de los sistemas más avanzados que existen para el tratamiento de las arritmias cardiacas por cateterismo, convirtiéndose así en el primer hospital español en adquirirlo. Para poder hacer uso de esta nueva tecnología, la CUN ha habilitado una segunda sala de electrofisiología.

El nuevo equipo, llamado Mediguide, mejora la visualización permitiendo un seguimiento endovascular de los catéteres muy preciso y “en tiempo real sobre un patrón de radioscopia, sin emplear radiología convencional”, señala Ignacio García, director del Departamento de Cardiología y de su Unidad de Arritmias en la CUN.

En concreto, este equipo utiliza un sistema similar al de un GPS, localizando los sensores que portan los catéteres por el interior de los vasos sanguíneos, en el espacio tridimensional. A pesar de ello, el dispositivo utiliza un campo electromagnético de baja potencia, con niveles de radiación ionizante mínimos.

Como indica García, “este sistema permite alcanzar emisiones de radiación cercanas a cero, manteniendo la visualización radiológica de los catéteres”. De este modo, continúa el director del departamento de Cardiología, es posible complementar esta nueva visión tridimensional con “la visión obtenida por los sistemas de navegación no fluoroscópica convencionales”. Además, el nuevo equipo permite ajustar automáticamente los cambios en la frecuencia cardiaca y la respiración del paciente, lo que permite reducir al máximo las demoras en el flujo de trabajo.

Otra de las ventajas que apunta García es su gran versatilidad, ya que esta nueva plataforma tecnológica puede utilizarse para llevar a cabo “desde sencillos procedimientos de electrofisiología hasta los más complejos, incluida la implantación de dispositivos de terapia de resincronización cardiaca”.

A pesar de ello, este especialista sí señala que la principal aplicación del dispositivo consiste en la ablación de arritmias cardiacas “especialmente de sustratos complejos, como es el caso de la fibrilación auricular”. Según las estimaciones, esta patología afecta a 4,5 millones de personas actualmente y se prevé que su prevalencia aumente 2,5 veces de aquí al año 2050.