Alejandra L. Souza Madrid | viernes, 05 de diciembre de 2014 h |

Finalmente el ébola se ha cobrado una víctima política. Cuando parecía que las aguas habían vuelto a su cauce, y que empezaban a olvidarse las desafortunadas declaraciones del ya exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, acerca de la culpabilidad de la auxiliar de enfermería Teresa Romero en su contagio de ébola, unas nuevas palabras de Javier Rodríguez han obligado al presidente de la comunidad a cesarle en el cargo.

“Si lo hubiese hecho mal, Teresa Romero no estaría hablando”. Ésta frase, que hizo Rodríguez en declaraciones a Europa Press tras la inauguración del Congreso de Autocuidado 2014, ha sido la que ha colmado el vaso de la paciencia de Ignacio González, que había confiado al que fuera portavoz de la Asamblea de Madrid la misión de calmar los ánimos con los profesionales tras las tensiones causadas por el fallido proceso de externalización de seis hospitales madrileños que iniciara el anterior consejero, Javier Fernández-Lasquetty.

En sus apenas 11 meses en el cargo, parecía que Fernández había conseguido retomar “las relaciones maltrechas” con los profesionales, De hecho, bajo su mandato se anunció la conversión de 5.000 eventuales en interinos, y comenzó la convocatoria de la mayor oferta pública de empleo, con casi 4.000 plazas de distintas categorías.

Asimismo, puso en marcha los modelos de pacto de gestión, por el que se encomienda a los propios servicios de los centros de la red pública una actividad determinada con un presupuesto específico, lo que permite mejorar el aprovechamiento de los recursos propios (pudiendo, por ejemplo, realizarse pruebas los fines de semana).

Además, la consejería conseguía aumentar el presupuesto para la sanidad madrileña un 4,4 por ciento respecto a 2014, representando ésta el 45 por ciento del presupuesto total regional. No obstante, desde que se hiciera público el primer contagio de ébola en nuestro país, la reputación Rodríguez había caído en picado por comentarios que ponían en duda las palabras de la auxiliar de enfermería y su habilidad para saber ponerse el traje de protección.

Tres “javieres” en la misma legislatura

En esta ocasión la sucesión de Rodríguez ha sido la natural, ya que González ha optado por el hasta ahora viceconsejero de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Javier Maldonado González para ponerse al frente del cargo. Con él son tres consejeros de sanidad los que han pasado por la calle Aduana —los tres casualmente con el nombre de Javier— en esta legislatura.

El nuevo consejero es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en Medicina del Trabajo. Ha sido asesor del Presidente Ejecutivo del Insalud y jefe del Gabinete del Secretario General de Sanidad en el Ministerio de Sanidad y Consumo. Además tiene experiencia previa como gestor, ya que ha sido director médico del Hospital La Paz y director gerente del Hospital Universitario Ramón y Cajal, cargo este último que ocupaba antes de asumir la viceconsejería de Asistencia Sanitaria en febrero de este año, en sustitución de Patricia Flores. A priori, su mandato está circunscrito a las elecciones autonómicas, que previsiblemente serán en mayo.

Durante su toma de posesión, Maldonado ha dejado claro que seguirá una línea continuista con la gestión de su antecesor, por lo que seguirá trabajando para alinear a los profesionales, gestores y administración. “Afronto este reto con ilusión, compromiso, trabajo y diálogo”, afirmó al tiempo que lanzó un mensaje a los profesionales: “Tenemos los mejores profesionales de este país. Hemos trabajado, trabajamos y trabajaremos siempre juntos, día a día, codo con codo”. Tampoco le faltó a un agradecimiento a Javier Rodríguez por “su dedicación, trabajo, compromiso y gestión” en un acto en el que el exconsejero estuvo muy arropado por el que fuera su equipo directivo.

Entre sus tareas pendientes está la de continuar con la conversión de eventuales en interinos, convocar las OPEs pendientes, avanzar en los modelos de pacto de gestión y poner en funcionamiento el Hospital de Villalba —finalizado desde hace casi dos años—. Asimismo, entre los planes de la comunidad está también la implantación de un plan de cribado de cáncer de colon y recto (Prevecolon) y un programa piloto de cribado mediante la determinación de virus de papiloma humano (VPH) para el cáncer de cervix, así como la puesta en marcha la carpeta virtual sanitaria del ciudadano así como el desarrollo de la e-receta.

Valoraciones

La destitución de Rodríguez ha sido bien recibida por los sindicatos madrileños, si bien consideran que llega tarde. Así, en CSI-F esperan que con Maldonado se restablezcan las relaciones con la consejería “que con su antecesor estaban en vía muerta”. “Confiamos en que el nuevo consejero apueste por la Sanidad madrileña y por sus profesionales, cerrando el paso a la privatización del servicio público más valorado por los ciudadanos”. Desde CC.OO. solicitan más sensibilidad con “los problemas de una sanidad pública cada vez más deteriorada por unos presupuestos sanitarios que, año tras año, apuestan por derivar más fondo públicos a la sanidad privada”. Mientras, FSP UGT desea que “no cometa los mismos errores”.

Por su parte, Amyts le pide a Maldonado “que ejerza su función gestora y deje a un lado la vertiente política” y cumpla con los acuerdos de 2007 y Satse que “sea receptivo a las necesidades de la profesión enfermera, desatendidas durante tanto tiempo por los responsables de la consejería”.

Con todo, a la destitución de Rodríguez y el nombramiento de Maldonado se ha sumado la dimisión de la que ha sido desde 2006 viceconsejera de Ordenación Sanitaria e Infraestructuras, Belén Prado. Al cierre de esta edición no se conocía quiénes ocuparán las dos viceconsejerías, o si se optará por concentrarlas en una misma persona, ni tampoco si el nuevo consejero tiene previsto hacer más cambios en su equipo.

Garantizaré
la continuidad
del trabajo emprendido y seguiré alineando a todos”

Javier Rodríguez ha dirigido
la consejería
en momentos
muy complicados”