2014 se despidió en Europa con grandes avances en materia de RSE. En este sentido, el nuevo año no se queda atrás y para los expertos se presenta como un periodo en el que se esperan muchos avances en la estrategia del ramo.
La próxima cita en materia de Responsabilidad Social Corporativa será en febrero con la reunión multilateral del Foro Multistakeholders donde se analizarán los resultados de la última consulta pública a la que se sometió la iniciativa europea.
Tras un exhaustivo análisis sobre las actividades y actuaciones de la normativa, la Comisión empezó un proceso de revisión abierta al público desde el 30 de Abril hasta el 15 de Agosto de 2014 para conocer los desafíos de futuro a los que se enfrentan y las futuras actuaciones de la Comisión en RSC. De esta manera, los ciudadanos y las partes interesadas han podido proporcionar información que próximamente será publicada con todas las observaciones. En total, se recibieron 525 respuestas al cuestionario, la mayoría de las respuestas procedían de Francia (139), Alemania (135), Italia (109), España (103) y el Reino Unido (101). Y por grupos de interés: 233 provinieron de la “industria” (asociaciones empresariales, empresas con más de 250 empleados y pymes), 157 del grupo “sociedad civil” (organizaciones y ciudadanos), 40 de las autoridades públicas de los Estados miembros y 95 de otros grupos de interés (académicos, consultores fundaciones, etc.). Además de 45 contribuciones por escrito.
Principales peticiones
Entre las principales peticiones, la mayoría de países coinciden en potenciar la transparencia junto a la sensibilización y el trabajo homogéneo conjunto, donde las administraciones públicas, autoridades, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil, empresas, asociaciones sectoriales, universidades, ciudadanos y demás partes interesadas tienen una gran labor que hacer.
Del mismo modo, para los ciudadanos consultados sobre la estrategia europea, la Comisión debería ser un actor importante en el ámbito de la RSE, con capacidad para emprender políticas concretas en esta materia. Asimismo, consideran que el sector privado juega un papel fundamental como agente en la implementación y evaluación de la misma.
Sin embargo, los informes de la consulta pública han mostrado como en gran medida los participantes indican que la normativa europea tiene algunas deficiencias como, por ejemplo, el flojo impulso a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), la inexistencia de un Plan de acción sobre los Principios Rectores de la ONU sobre las empresas y los Derechos Humanos, y la falta de abordaje de cuestiones sobre la cadena de suministro a nivel mundial.
