La combinación de bendamustina y rituximab ha demostrado buenos resultados de eficacia y tolerabilidad a corto y medio plazo en el tratamiento de pacientes con linfoma de MALT, una forma rara de linfoma maligno no Hodgkin que afecta a las células B y que se llama así porque se da en el tejido linfoide asociado a mucosas (Mucosa Associated Lymphoid Tissue, MALT en inglés). Representa alrededor del 5 por ciento de los linfomas no Hodgkins diagnosticados anualmente y afecta principalmente a adultos de más de 60 años, con una ligera predominancia femenina. El estudio, realizado por el Grupo Español de Linfomas, ha estado coordinado por investigadores del Hospital del Mar, en Barcelona.
“Actualmente no hay consenso sobre cuál es el tratamiento óptimo para este tipo de linfomas cuando se han diseminado y nuestro estudio ha combinado un fármaco quimioterápico, bendamustina, con un anticuerpo monoclonal, rituximab, con resultados muy esperanzadores a cuatro años”, ha señalado Antonio Salar, hematólogo del Hospital del Mar y coordinador de este estudio, quien también ha señalado que “esta combinación ha permitido reducir el número de ciclos de tratamiento de 6/8 a 4 en un 75 por ciento de los casos, mejorando la tolerancia y disminuyendo su toxicidad, hecho muy relevante dada la edad avanzada de muchos de los pacientes”.
El estudio, que ha tenido una duración de cuatro años, es un trabajo colaborativo que ha contado con la participación de 19 centros de todo el territorio español (grupo Geltamo) y que es hasta el momento uno de los trabajos más amplios para esta patología. Cabe destacar que uno de los éxitos del estudio ha sido también la implicación y compromiso de todos los centros participantes para llevar a cabo el estudio con una patología poco prevalente. “Estos resultados nos animan a seguir trabajando en la línea de la llamada inmunoquimioterapia; en este tipo de linfomas poco frecuentes es muy complicado realizar estudios en fase 3, que requieren una muestra bastante amplia, así que tenemos que basarnos en estudios fase 2, como éste, para tomar decisiones aplicables a la práctica clínica habitual”, ha apuntado este profesional. Optimista, Salar cree que, ante los resultados de eficacia y toxicidad, esta combinación “debería ser el tratamiento de referencia para este tipo raro de linfoma donde, gracias a la reducción de ciclos frente a otros tratamientos estándares, conseguimos mejorar la calidad de vida del paciente que sufre esta enfermedad”.