c. ossorio Barcelona | viernes, 17 de febrero de 2012 h |

“La patente en el cajón no vale nada”. Ángel Lanuza, coordinador de la Plataforma Española de Innovación en Tecnología Sanitaria, parte de esta base para considerar clave el concepto de Open Innovation como un modelo de colaboración entre entidades multinacionales aún poco desarrollado en España, y también como única vía hacia el crecimiento. Esta Open Innovation en el ámbito de la I+D+i biomédica fue el eje central de la V Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica: Medicamentos Innovadores, Nanomedicina, Tecnología Sanitaria y Mercados Biotecnológicos, celebrada en Barcelona.

Respecto al riesgo de perder patentes, Ferrán Sanz, coordinador de la Plataforma de Medicamentos Innovadores y representante del sector público por su cargo como director del programa de investigación en informática biomédica del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, señaló que este modelo consistiría en identificar cuál es el espacio para la colaboración, y cuál para la competencia. Así, Sanz coordina a nivel europeo un proyecto en el que una veintena de grandes compañías farmacéuticas comparten datos de seguridad de las moléculas que están desarrollando o que han desarrollado en el pasado.

Para Javier Urzay, subdirector de Farmaindustria, si el sector conoce que una vía está abocada al fracaso, no se “tirará más dinero”. A este respecto, apunta que “las compañías comparten esto con la salvaguarda de la propiedad industrial para un fin de orden superior”.

En representación de la Plataforma de Mercados Biotecnológicos asistió, Regina Revilla, presidenta de Asebio, quien recordó en la importancia de la colaboración entre los ámbitos público y privado para dar un impulso definitivo a la innovación biomédica.