i. gonzález Madrid | viernes, 18 de mayo de 2012 h |

El sector tenía puestas algunas expectativas en la corrección de errores del RDL 16/2012, que se publicó el pasado 15 de mayo en el BOE. Sin embargo, lejos de dar respuesta a sus demandas, los cambios introducidos generaron nuevas dudas entre los farmacéuticos. La modificación más controvertida fue aquella por la cual tendrán que dispensar “el medicamento de precio más bajo”, en lugar del de menor precio, como recogía la redacción inicial de la norma. Este cambio no ha gustado a los boticarios, que temen que se produzcan desabastecimientos si un laboratorio decide bajar el precio por debajo del precio menor.

De ello advirtió, por ejemplo, la presidenta del COF de Lugo, Ana Prieto, quien también destacó que “es imposible gestionar un stockaje con medicamentos que están bajando”. Por tanto, a su juicio, esta modificación y sus posibles consecuencias podrían suponer que se repita la experiencia que en su día vivieron las boticas de su comunidad con el catálogo gallego. “Me parece que sí nos podría llevar a una especie de cataloguiño”, reconoció Prieto, que explicó que con la norma gallega solo se podían dispensar los fármacos a precio de catálogo, mientras que a partir de ahora será el de precio más barato.

Por su parte, el presidente de los farmacéuticos extremeños, Cecilio Venegas, mostró su preocupación por la “cascada de incertidumbre” que produciría abrir la puerta a las continuas rebajas de precio. “No beneficia ni a la industria, ni a nosotros, ni a nadie”, defendió. En cambio, el presidente del COF de Ciudad Real, Julián Creis, confío en que, como consecuencia de que la norma haya fijado la bajada de precio en más de un 10 por ciento, “el juego de bajar un céntimo no vaya a ocurrir a partir de ahora”. No obstante, Creis consideró que resulta “imposible” dar siempre el medicamento más barato, por lo que espera una aclaración por parte del ministerio.

En la misma línea, el presidente de los farmacéuticos de Castilla y León, Jesús Aguilar, se mostró convencido de que se producirán desabastecimientos si este cambio se mantiene. “Tenemos que asegurar el suministro del medicamento a los ciudadanos”, sostuvo. En este sentido, argumentó que “no es posible que sea el medicamento de precio más bajo si resulta que no hay capacidad para poder suministrar ese producto”, por lo que instó a aplicar el “sentido común”. Por ello, de mantenerse este cambio, cree que las administraciones tendrán que tomar decisiones para que el precio sea el que asegure ese suministro.