| viernes, 04 de noviembre de 2011 h |

El paciente está más informado y preocupado por su salud pero no llega antes a la consulta

El paso cualitativo del documento ha sido poner en conexión dos niveles asistenciales

El tratamiento de combinación ha demostrado ser coste-efectivo

El proyecto va dirigido a disminuir la variabilidad clínica en el abordaje de la HBP

La falta de implicación de los profesionales de primaria en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata ha estado motivada en parte por una falta de implicación institucional, a juicio de los especialistas reunidos en el encuentro.

Sin embargo, ésta es una actitud que tiene que cambiar. Así, se destacó la importancia de que entre los objetivos de los médicos de atención primaria de todas las comunidades autónomas las patologías del tracto urinario adquieran mayor peso. “En las consultas tenemos poco tiempo y muchos objetivos que conseguir (control de la hipertensión, diabetes, dislipemias…). El profesional valora y decide que es más cómodo derivar”, detalló el coordinador del Grupo de Urología de Semergen.

Para el doctor Molero el motor del cambio parte tanto de los profesionales como de la administración, ya que ésta da por sentado que hay patologías que va a llevar el médico de primaria pero que no se contemplan en la cartera de servicios, y agrega que para el médico supone una tranquilidad cuando en la actuación tiene en algo en qué apoyarse. “Es fundamental que la administración se implique en las patologías urológicas prevalentes, que generan tiempo, gasto, pero no gravedad”, acotó.

Para el representante de SEMG, está claro que hay un grupo de pacientes que se pueden manejar con calidad en AP y otro que es necesario derivar al urólogo. “Haber conseguido definir este tipo de paciente que metodológicamente tiene que ser de primaria es un valor añadido que nos da el documento de consenso, pero también una llamada de atención para el médico que no lo hace”, concluyó.