Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que exista un alergólogo por cada 50.000 habitantes, la situación en España no es así, ni por asomo.Para ser más concretos, en las Islas Baleares no hay servicios de Alergología en la Sanidad Pública y es la única comunidad autónoma en la que no se cuenta con la figura de estos especialistas.
Así, en julio de 2014, el entonces comisionado para la Equidad de la Alianza General de Pacientes (AGP), José María Martín Moreno, remitió un escrito al conseller de Salut de las Islas Baleares, Martí Sansaloni, en el que informaba de que la Alianza había sido informada a través de un comunicado de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) de la desigualdad que existía en Baleares respecto al resto de CC.AA. A continuación, se envió en noviembre de 2014, una carta dirigida al director general del Servicio de Salud balear, Miquel Tomàs, con el objetivo de estar informados de las actuaciones que se estaban llevando a cabo. A fecha de hoy, no se ha obtenido respuesta a ninguna de las dos misivas.
En esta línea, Joaquín Sastre, presidente de la Seaic no solo denuncia esta desigualdad, sino que exige que los pacientes baleares obtengan la misma calidad asistencial establecida en el marco del Sistema Nacional de Salud (SNS) que la que ofrecen el resto de autonomías.
“A día de hoy en las Islas Baleares no hay un alergólogo en el sector público y, a pesar de que el otoño pasado nos entrevistamos con el conseller de Salut, Martí Sansaloni y nos dijo que se iban a incluir los servicios de Alergología, pasaron los meses y en marzo nos dijeron que se habían gastado el dinero en otras cuestiones”, explica a GACETA MÉDICA Sastre, quien asegura que no hay más respuestas por parte de la administración “porque estamos en época de elecciones”.
‘Bueno, sí, si salimos elegidos…’. Esta es la frase que la Seaic ha escuchado varias veces por parte de las autoridades sanitarias. “Hubo y hay una discriminación”, subraya. “Mientras que en Madrid hay 26 hospitales y 26 servicios de Alergia, en Baleares no hay ninguno”, advierte.
La situación actual en las islas es que los pacientes tienen que visitar a diferentes especialistas, cuando ya existe la figura de un profesional capaz de atenderle de manera integral, lo cual optimiza en calidad y costes la atención que precisa.
Desde la Seaic, también reclaman una reunión con los responsables de la Consejería de Salud en la que se explique en base a qué parámetros se ha tomado la decisión de no continuar con la puesta en marcha de este servicio.
La situación en Cataluña
También en Cataluña existe un sentimiento de malestar ante el incumplimiento de la implantación del Modelo de Atención Alergológico, integrado en el Plan de Salud de Cataluña 2011-2015, tal y como manifiesta Lluis Marqués, presidente de la Sociedad Catalana de Alergología e Inmunología Clínica (Scaic).
Así, Marqués detalla a GM que hace unos siete años, le pidieron a la Consejería de Sanidad que solucionase el retraso que había respecto a otras zonas de España. “Durante aproximadamente cuatro años, elaboramos documentos, se hizo un modelo que presentó al conseller de Salud, Boi Ruiz, se hizo una cartera de servicios, unos criterios de derivación, trabajamos con las sociedades de Atención Primaria (AP), etc., pero ha ido transcurriendo el tiempo y las cosas no se materializan”, continúa.
Ante la respuesta que han escuchado mayoritariamente de “no hay dinero”, Marqués reconoce que se han vivido “unos años muy malos”, pero el argumento de que no hay recursos para contratar especialistas ni para mejorar la atención alergológica “ya no se aguanta”.
“Últimamente, han convocado dos concursos por una cantidad de dinero muy relevante, se han externalizado servicios de Alergia e incluso se ha eliminado una plaza pública a cambio de una externalización”, indica. “Ya hemos tenido bastante paciencia”, concluye Marqués, al tiempo que puntualiza que ahora, simplemente piden “que se cumpla territorialmente el modelo”, de modo que Cataluña pueda equipararse y acercarse a otras CC.AA., donde la asistencia alergológica es mucho mejor de la que se puede ofrecer allí.