infecciosas/ Los expertos llaman a la calma porque parecen ser casos aislados y las vacunas confieren protección a esta variante
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La variable detectada en Noruega e idéntica a la de otros países infecta más fácil a las vías respiratorias bajas, pero se desconoce el tipo
No se prevé que aumenten las resistencias a oseltamivir, y la variación no puede deberse a una reacción al fármaco, como dijo el ministerio
La OMS advirtió la semana pasada de que la cepa H5N1 había aparecido en aves de corral de Egipto, Indonesia, Tailandia y Vietnam, lo que implica una nueva amenaza. El director del Instituto de Enfermedades Respiratorias de Guangzhou (China) alertó de que dentro de ese país, donde la cepa es endémica, su combinación con el H1N1 sería un desastre. En España, según el director de salud pública, “si aparece este virus de transmisión en humanos se aplicarían todos los protocolos de pandemia que ya tenemos”.
irene fernández
Madrid
Brasil, China, Japón, México, Ucrania y EEUU. Todos estos países poseen un denominador común: han detectado mutaciones del virus de la gripe A/H1N1 desde que comenzó la pandemia. Unas mutaciones que, ahora, resultan ser prácticamente idénticas a las encontradas en Noruega el pasado día 20, cuando saltaba la noticia de que dos personas habían fallecido y otra quedaba grave, según informó la OMS. “No hay que dramatizar, pero tampoco frivolizar en cuanto a la evolución clínica y epidemiológica de esta enfermedad”, asegura José Mª Martín Moreno, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Valencia.
Se sabe que “esta variante viral tiende a infectar con más facilidad las vías respiratorias bajas, aunque todavía no existe información precisa”, explica. Y, lo cierto es que esta mutación se ha visto tanto en casos graves como leves, aclara.
Según este experto, de los tres casos encontrados en Noruega en uno existía comorbilidad, pero en los otros no estaba del todo clara. “La mutación hallada parece haber hecho al virus más hábil para llegar más dentro de las vías respiratorias y, por tanto, provocar cuadros de gripe más graves que los actuales, lo que se considera preocupante”, confiesa.
No obstante, la comunidad científica en general ha llamado estos días a la calma, ya que parecen ser casos aislados y no se pueden extrapolar posibles evoluciones de la virulencia del virus.
Todos los virus hacen un sinfín de mutaciones espontáneas. Algunas con repercusión, otras no. Algunas se perpetúan, y otras no. Pero, “la verdadera clave sobre las encontradas radica en saber si existe asociación con casos graves, que hay que examinar”, argumenta Raúl Ortiz de Lejarazu, director del centro nacional de gripe de Valladolid. Porque, “a ver si el motivo no es casual, sino causal, y el virus que tiene una mutación produce una infección grave, y es ahí donde radica la importancia de esa asociación”, se pregunta.
En su opinión, lo más probable es que exista esa asociación y que confluyeran más de una mutación, porque, como expresa, la virulencia de un virus gripal no reside sólo en un gen ni en una mutación, sino que es múltiple y está asociada a toda una constelación genética.
Aún se desconoce, hasta el cierre de esta edición, la clase de mutación producida. Aunque, la OMS advirtió de que no pueden calibrar la importancia de las mismas y dio orden a los países de que analicen si cuentan con casos modificados.
Desde luego, ni ésta ni ninguna otra mutación se debe a ninguna reacción al fármaco, como dijo en su momento el Ministerio de Sanidad, reitera Lejarazu. “Las mutaciones son fenómenos espontáneos y hacen a los virus resistentes contra fármacos que, incluso, jamás serán descubiertos”, continúa.
No se prevé, por tanto, según los expertos consultados por este semanario, que aumenten las resistencias a oseltamivir —según datos de la OMS sólo se han detectado 52 casos de resistencias—. Y todo apunta a que las vacunas confieren protección a esta variante.
Pero, aunque “el virus de la gripe A está mostrando una tendencia estable”, en palabras de Isabel García Bermejo, de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), lo que no es normal es el hecho biológico de que aparezca un nuevo virus que nunca había circulado, justifica Lejarazu. “Lo que le confiere propiedades distintas —cuenta—, y evolucionará, aunque no sabemos cómo”. Algunas hipótesis apuntan a que el virus podría volverse más agresivo el próximo invierno, siguiendo el modelo de la gripe española de 1918 (el virus apareció en 1916 pero se volvió salvaje los dos años posteriores).
Fallo multiorgánico
En España no se han dado, hasta ahora, mutaciones. Pero se han registrado casos en los que la reacción al virus ha sido excesiva sin darse patologías previas, dañándose el órgano que el proceso inmune intenta defender, conduciendo a un síndrome de distrés respiratorio agudo y al fallo multiorgánico, argumenta Moreno. “El porcentaje de estas personas es bajo, pero hay que seguir alerta”, dice.
¿Está preparada España, entonces, ante mutaciones? Todos los expertos coinciden: depende del tipo de modificación. “Si es menor se irá incluyendo en la vacuna”, afirma Ildefonso Hernández, director de Salud Pública del ministerio. “Los sistemas de vigilancia dan respuesta biológica y clínica”, garantiza. Aunque, si es mayor se tardarían otros cuatro meses en fabricar una vacuna, sostiene Juan J. Picazo, del Clínico San Carlos. Para lo que ayudaría a agilizar el proceso, sin duda, la creación de un laboratorio de vacunas en nuestro país, reitera.