Carmen M. López Madrid | viernes, 26 de febrero de 2016 h |

El reajuste del numerus clausus (NC) a las plazas MIR es una de las batallas que se está librando entre los ministerios de Educación y Sanidad con los profesionales, en este caso los médicos.

Que salgan cada año de las facultades de medicina el doble de estudiantes que plazas de residentes no es algo lógico para los decanos, y tampoco lo es que las plantillas se repongan a paso lento, sembrando por el camino el desempleo y la precariedad laboral. A esto se suma la ‘moda’ de la apertura de nuevas facultades que lideraron algunas comunidades hace años, algunas paralizaron sus proyectos y otras lo utilizaron como insignia electoral.

Ante esta situación, el Foro de la Profesión Médica ha vuelto a dar un golpe en la mesa para frenar esta amenaza de nueva ‘burbuja’. Los profesionales se reafirman e insisten en que “el buen funcionamiento del SNS se asienta en la calidad de la formación de los profesionales sanitarios”, explica el presidente de la Conferencia Nacional de Decanos, Ricardo Rigual. De este modo, recuerdan a la Administración que garantizar la calidad de la formación merece una atención muy especial. Con el título universitario de grado, los médicos no están habilitados para el ejercicio asistencial, sólo son “médicos nominales”. De este modo, recuerda que para ejercer, son necesarios 11 años de formación universitaria y especializada. A pesar de que el ministerio de Sanidad ha disminuido en las últimas convocatorias las plazas MIR, sigue sin ajustar el número de estudiantes.

Los datos

El desajuste entre la oferta de plazas y los egresados de las facultades es de más de 1.000 médicos anuales.

En casi diez años, se ha pasado de 28 a 40 facultades y de 3.450 a más de 7.000 estudiantes que acceden a la formación. Tanto Rigual como el presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), Víctor Expósito, insisten en que España es el segundo país en número de facultades de medicina por millón de habitantes. De hecho, España tiene 1,57 estudiantes de medicina por cada 100.000 habitantes, cuando la recomendación de la OMS es de uno por cada 100.000. Lo que significa que uno de cada siete egresados no tendrá acceso a formación especializada, generándose una bolsa de médicos en paro.

Por todo esto, el Foro está preparando un nuevo informe, que presentarán próximamente, analizando esta situación. A su vez, los estudiantes están encabezando una ronda de contactos con las principales autonomías. La semana pasada lo hicieron con el consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, que se mostró tajante a ese respecto y manifestó que no son necesarias más facultades. Además, la Junta también está estudiando reducir los NC en Valladolid y Salamanca. Aunque, en opinión de Sáez Aguado, la solución a la burbuja de facultades de medicina pasa por una planificación a nivel nacional.

Sin embargo, hay otros proyectos que se han vuelto a reactivar. Es el caso de la apertura de la Facultad de Vic, y según algunas informaciones locales, en Toledo. El resto de CC.AA. que en su día anunciaron la creación de nuevos centros —todas excepto La Rioja— continúan paralizadas. La verdad es que no se sabe si fue por el ruido que hizo el Foro durante el ministerio de Ana Mato, o por los cambios en los gobiernos autonómicos, pero durante un tiempo esta amenaza ha estado dormida, apunta Rigual, sin embargo, esperan zanjar el tema pronto, “y acabar con los intereses económicos que hay detrás de esto ”, indica Rigual.

No les frenará que el Gobierno siga en funciones, porque como confirman, están en contacto con los portavoces ministeriales, a los que ya han advertido.

Enfermería

La profesión enfermera tampoco pasa un buen momento en cuanto a planificación, eso sí, con algunos matices. Desde hace unos años el colectivo lleva denunciando que hacen falta puestos de trabajo. Como recuerda José Luis Cobos, director del Observatorio del Consejo General de Enfermería, “España es el sexto por la cola en cuanto al ratio de enfermeras por millón de habitantes”.

En esta época de crisis, Cobos asegura que el colectivo es el que más ha sufrido, por un lado, faltan enfermeras, y por otro, sobran en las listas del paro. En este sentido, el paro estructural del colectivo ha ascendido de un uno por ciento a un ocho. Teniendo en cuenta que el número de egresados anuales en enfermería es de 10.000 por año, y que por tanto, actualmente hay 40.000 estudiantes en las universidades, la cantidad de facultades que hay es insuficiente, aunque “con este panorama, no es nuestra pretensión mandarles al paro”, comenta Cobos.

En la actualidad hay entre 106-110 escuelas de enfermería que dan respuesta a la demanda actual. “Si se diera el ratio que se debería dar el SNS está a falta de más de 100.000 enfermeras y hacen falta facultades para aumentar el número de plazas”. A diferencia de los médicos, Cobos explica que no hay problemas con el numerus clausus, eso sí, muchos de los egresados se sumarán a las listas del paro.