L. DÍAZ Madrid La acción de Lilly cotiza actualmente a 37,8 dólares, con lo que se coloca cerca del límite superior de su rango de variación del último año. Su comportamiento en 2011 ha venido marcado por cierta volatilidad, con un primer trimestre plano, seguido por los meses de abril y mayo de marcado perfil alcista. La ganancia obtenida en este periodo se diluyó en los meses de verano, pero desde mediados de agosto recupera posiciones. Actualmente este valor acumula una ganancia en 2011 del 8 por ciento, comportamiento notablemente mejor que el de la media del sector. Los resultados del tercer trimestre mostraron unas ventas de 6.148 millones de dólares (4.450 millones de euros), con un crecimiento interanual del 9 por ciento, favorecidas por el buen comportamiento de sus productos top, como Cymbalta, Humalog, Forteo y Strattera, así como por el impacto favorable del tipo de cambio que aportó 4 puntos de crecimiento. También destaca el buen comportamiento de su división de consumo, así como el dinamismo de sus ventas en los mercados de China y Japón. Estos factores le ayudaron a compensar la caída de la facturación de algunos de sus fármacos, como el caso de Gemzar que se vio afectado por la competencia de genéricos. Se trata de una situación que se puede deteriorar aún más dado el próximo vencimiento de la patente de Zyprexa. El mercado de Estados Unidos aportó algo más de la mitad del negocio, al crecer en el año un 4 por ciento, tanto por mayores precios como por el incremento del volumen de ventas, una vez superado el impacto desfavorable que supusieron las medidas de ajuste del gasto sanitario adoptadas por las autoridades el país. Las ventas en los mercados internacionales, ligeramente por debajo del 50 por ciento del total, experimentaron un incremento del 15 por ciento, tanto por aumento de las ventas como por el impacto muy favorable del tipo de cambio. El margen operativo disminuyó 4 puntos porcentuales respecto del mismo periodo del pasado año, con lo que se sitúa en el 78 por ciento. En el apartado de gastos, Lilly experimentó un crecimiento del 10 por ciento, con mayor incremento en la partida destinada a marketing, ventas y administración (13 por ciento), y mayor moderación en los dirigidos I+D, que crecieron un 5 por ciento. No obstante, la inversión realizada en este apartado, 1.281 millones de dólares (930 millones de euros), representó un porcentaje sobre sus ingresos del 20,8 por ciento, ratio sensiblemente más elevado que el de la media del sector. En el apartado de I+D cabe destacar que ese grupo cuenta actualmente con 66 proyectos de investigación, de los que diez se encuentran en la fase III de ensayos clínicos. Recientemente, las autoridades sanitarias europeas han aprobado la comercialización del fármaco Trajenta, destinado al tratamiento de la diabetes de tipo 2. El beneficio neto del periodo fue de 1.236 millones de dólares (900 millones de euros), un 5 por ciento por debajo de los obtenidos en igual periodo del pasado año. Esta caída se explica por el estrechamiento del margen bruto, así como por el aumento de los gastos. Si se analizan los nueve primeros meses del año, las ventas de la norteamericana ascendieron a 18.240 millones de dólares (13.200 millones de euros), un 8 por ciento más que en 2010, mientras que el beneficio neto ascendió a 3.489 millones de dólares (2.500 millones de euros). Por otro lado, y en relación con su posible comportamiento en bolsa en el corto y medio plazo, los analistas manejan un precio objetivo de 37,1 dólares, ligeramente por debajo de su cotización actual. Se trata de un valor que presenta un amplio campo de recuperación, que cotiza más de un 50 por ciento por debajo del máximo histórico. viernes, 11 de noviembre de 2011 h