Profesionales del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) acaban de realizar, por primera vez en España y con la participación del cardiólogo Josep Brugada, una nueva técnica para el tratamiento de enfermos con el Síndrome Brugada. El procedimiento tuvo lugar a finales del mes de marzo y el paciente, que fue dado de alta a los cuatro días, ya no presenta síntomas del síndrome en el electrocardiograma. En todo el mundo no llegan a veinte los casos en los que se ha practicado este nuevo procedimiento, indicado para casos muy graves y con paradas cardíacas reiteradas. Según los estudios de seguimiento a 18 meses publicados, se mantiene la desaparición del síndrome.
Tras la práctica de la ablación de la zona afectada, el electro del paciente del CHUS se normalizó. Ahora se hará un seguimiento estrecho de su evolución para comprobar, no solo que se mantiene la normalización de la actividad eléctrica de su corazón, sino que no sufra nuevos episodios de arritmias ventriculares graves o de muerte súbita por los que el enfermo necesite ser recuperado por el desfibrilador que todavía tiene implantado. El síndrome de Brugada es la causa de entre el 5 y el 10 por ciento de los casos de muerte súbita en gente joven en España, mientras que en otros lugares, como Asia, puede llegar a representar incluso el 50 por ciento de las muertes súbitas en personas jóvenes.
Hasta el momento, el único tratamiento paras los enfermos con este síndrome con una manifestación muy grave (con gran posibilidad de entrar en parada) es la implantación de un desfibrilador que recupere la actividad cardíaca del enfermo cuando entre en parada, lo que puede conllevar muchos riesgos. Ahora, esta nueva técnica, que consiste en la ablación epicárdica (de acceso externo, con una punción pericárdica realizada por debajo del esternón), llega como una alternativa de tratamiento en estos pacientes graves. Se trata de una técnica complicada que puede realizarse en el CHUS gracias a la avanzada tecnología con la que cuenta la Unidad de Arritmias y Electrofisiología, ya que precisa de un sistema de navegación con reconstrucción eléctrica y anatómica de las cavidades cardíacas.
Aunque por el momento los enfermos continúan con el desfibrilador implantado, la experiencia acumulada hasta el ahora parece indicar que podría llegar a suponer la curación de la causa de la muerte súbita en el síndrome Brugada, ya que evitaría las arritmias que pueden llegar a producir la muerte súbita, eliminando así el riesgo que supone la reiteración de las paradas cardíacas.