CARDIOLOGÍA/ Tras los resultados del Shift otro estudio valora su impacto económico
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El mayor impacto se ha producido en la reducción de la hospitalización
El coste global de la insuficiencia cardiaca (IC) en España ronda el billón de euros
E. S. Corada
Madrid
Los resultados del estudio Shift con ivabradina (Procoralan, de Servier), además de los evidentes beneficios que supone para los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica (ICC) —con una reducción del 18 por ciento del riesgo de muerte y hospitalización por este motivo (ver GM nº 244)— podría tener, además, una notable repercusión en el gasto sanitario.
Esto se debe, como señaló Francisco Fernández-Avilés, coordinador del estudio en España (en el que han participado 19 centros con un total de 77 pacientes), y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, a que “el impacto más alto se ha producido en la situación que consume más recursos, que es la hospitalización”, lo que en su opinión “se debe derivar en un ahorro de recursos que se está estudiando”. De hecho, continuó, hay un estudio económico en marcha, “sin resultados aún”, que pretende arrojar luz en este sentido.
Y es que, como apuntó, José Luis López Sendón, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital La Paz, los casos de insuficiencia cardiaca representan el 10 por ciento de todos los ingresos hospitalarios, lo que supone una importante carga sanitaria y económica. En concreto, y según sus palabras, “el coste global de la IC en España está cerca del billón de euros”.
Este coste podría sufrir un drástico recorte si se tiene en cuenta, como dijo Fernández-Avilés, que ivabradina puede beneficiar, “al menos, al 50 por ciento de los pacientes con IC”, y que actualmente, esta enfermedad tiene una prevalencia de un 7 por ciento en mayores de 45 años (1.300.000 personas) que en mayores de 75 años, aumenta hasta el 16 por ciento.