A pesar de que entre el 4 y el 5 por ciento de la población española sufre una depresión en estos momentos y que la prevalencia/vida —la probabilidad que tiene una persona de sufrir esta enfermedad a lo largo de su vida— es mayor del diez por ciento, “no existen todavía biomarcadores diagnósticos de depresión”, señala Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psquiatría Biologica (SEPB). Pero no por mucho tiempo, adelantó este especialista, que destacó que la investigación está “cerca “ de encontrarlos, al tiempo que rechazó los niveles de serotonina como un biomarcador diagnóstico fiable.
Donde también hay investigación prometedora es en intentar prevenir esta patología antes de que aparezca. Tal y como explicó Bernardo, existen tanto factores percutores como protectores de depresión en el organismo, por lo que la idea sería favorecer estos últimos frente a los primeros. En concreto, el presidente de la SEPB señaló que existe investigación en ciertos factores neurotróficos protectores del sistema nervioso central que “aumentarían la capacidad de resistencia al estrés”. En este sentido, ya hay estudios en marcha de identificación de “elementos hereditarios genéticos que condicionan la disponibilidad de estos factores moduladores en el organismo”, avanzó este profesional.
Con el objetivo sobre todo de tratar a ese entre 30 y 35 por ciento de pacientes con depresión refractarios a los tratamientos, Bernardo señaló el uso experimental de la terapia electroconvulsiva (TEC), la estimulación cerebral profunda (ECP) u otras técnicas de implantación de electrodos para estimular regiones cerebrales hipoactivas. Aunque indicadas en subgrupos reducidos de pacientes, Bernardo recalcó la importancia de tratar estas formas refractarias de la enfermedad y pidió incrementar el “esfuerzo investigador” en ellas.
Pero, a pesar de este progreso en investigación y de que las estimaciones señalan que la depresión podría convertirse en la primera causa de incapacidad en el mundo en los próximos años, Bernardo denunció que “todo esto no se ha traducido en afrontar la depresión con mejores resultados”. Por eso, Jerónimo Saiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Ramón y Cajal, destacó la necesidad de “establecer un plan general de prevención del suicidio en España”, ya que la depresión es la patología mental de la que se derivan el mayor número de casos. Asimismo, estos expertos también coincidieron en la importancia de mejorar el cribado de los pacientes que deberían ser derivados desde la atención primaria, puerta de entrada de la mayoría de los pacientes con ansiedad y depresión, a la atención especializada. La mala adherencia y el estigma todavía imperante en la sociedad son otros de los retos que quedan todavía por afrontar en esta área terapéutica.