Jornada/ Despejadas las dudas sobre su futuro, reivindican mejorar las primas

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El IDIS estudiará el impacto de su desaparición sobre el empleo en la privada

Los médicos creen que son “el eslabón más débil de la cadena” en el modelo

| 2011-02-25T17:02:00+01:00 h |

E.M.C.

Madrid

Las mutualidades administrativas han demostrado ser un modelo de futuro, pero es preciso dotarlas de suficiencia financiera y avanzar en su integración jurídica en el Sistema Nacional de Salud. Son algunas de las conclusiones de la jornada “La Prestación Sanitaria de las Mutualidades de funcionarios y su repercusión en la Sanidad Privada”, celebrada la semana pasada en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC).

Las dudas sobre la continuidad del modelo, reavivadas tras la aprobación de un real decreto que marcaba el fin de las clases pasivas (ver GM nº358) fueron disipadas de nuevo por Consuelo Rumí, secretaria de Estado para la Función Pública, y el director general de Muface, José María Fernández-Lacasa, que reiteraron que la medida no afectará a la asistencia sanitaria. Rumí recalcó que las mutualidades completan el mapa con resultados más que satisfactorios y explicó que trabajan en el diseño de fórmulas de nuevo concierto de prestación que interesen a todas las partes. “Trabajamos codo con codo con sanidad, somos parte del sistema sanitario y se ha creado una comisión de coordinación entre ambos para trabajar de forma conjunta”, explicó Rumí.

Fernández-Lacasa coincidió con ella en que se trata de un modelo vivo, frente a los miedos sobre su futuro. “Si se suman los beneficiarios de las tres mutualidades, sería la séptima comunidad autónoma, con dos millones y medio de personas”, incidió. El director general de Muface subrayó los mecanismos de control de calidad que impulsa la mutualidad como una de las principales líneas de futuro. Políticas sujetas a incentivos adicionales al pago de las primas, que pueden suponer hasta un tres por ciento adicional para las aseguradoras y que premian, entre otros aspectos, la eficiencia en la prescripción. Un punto que según Begoña Rodríguez, subdirectora de Prestaciones Sanitarias de Muface, supone el 35 por ciento de estos ingresos adicionales y que valora la prescripción de genéricos.

Desde las mutualidades de las fuerzas armadas y el ámbito judicial, Antonio Ramos, subdirector general de Prestaciones de Isfas, y Benigno Varela, presidente de la Asamblea General de Mugeju, coincidieron en que el futuro de la mutualidad está ligado a la suficiencia financiera. Varela remarcó la diferencia de un 40 por ciento entre las primas y el gasto medio por persona en el SNS, y abogó no por equiparar, pero sí por alcanzar puntos intermedios. De no ser así, incidió, “el riesgo de retracción de las entidades es grande”. Un peligro que, en cualquier caso, no preocupa a la secretaria de Estado de Función Pública, que defiende la “calidad frente a la cantidad” de prestadores.

Parte del SNS

La misma petición fue reiterada por los representates de la sanidad privada. Luis Mayero, vicepresidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), reivindicó una refinanciación del modelo que asegure su viabilidad y anunció la puesta en marcha de un estudio para evaluar el impacto global sobre el empleo de la desaparición o disminución de las mutualidades. “Si desaparecieran, un número importante de hospitales y clínicas se verían abocados al cierre y afectaría a más de 60.000 médicos del sector privado”, advirtió Mayero.

Por su parte,Teótimo Saez, secretario general de Adeslas, reprochó que la infrafinanciación que arrastra el modelo hace que las aseguradoras afronten la situación actual “sin cintura”. “Sobrevivimos como podemos y eso nos obliga a adoptar medidas que no nos gustan”, matizó. Sáez también hizo hincapié en que la red sanitaria privada que concierta la pública sobrevive gracias a las mutualidades.

Asimismo, el secretario general de Adeslas cuestionó que este modelo forme parte del SNS, como defendieron el resto de participantes. “Deberían estar integradas jurídicamente, pero no lo están. Nadie ha tenido valor para hacerlo”, denunció.

“Provisionalidad crónica”

El punto de vista de los médicos corrió a cargo del presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, y el representante nacional de Medicina Privada por cuenta Propia, Manuel Carmona. Sendín criticó la sensación de “provisionalidad crónica” que acompaña al sistema, un modelo que es visto, según el portavoz de los médicos, como un “hijo pródigo” cuando, en la práctica, no difiere de otras fórmulas en expansión de colaboración público-privada como el modelo Alzira. “El mutualismo administrativo no puede desaparecer. —aseveró Sendín— No se puede ser progresista y estar en contra”.

Manuel Carmona reiteró su apuesta por la consolidación del modelo, aunque criticó que el médico sea el eslabón “más débil de la cadena”. Carmona defendió, además de una financiación adecuada, conciertos a largo plazo que permitan llevar a cabo inversiones y, fundamentalmente, honorarios acordes con el coste real de la asistencia.