Jornadas/ El Hospital Vall d’Hebrón comparte su experiencia en el cambio hacia un modelo de gestión orientado a la atención farmacéutica
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Frente a los recortes inmediatos, proponen mejoras a medio y largo plazo
Los avances impulsados en el hospital recogen su espíritu multidisciplinar
E.M.C.
Madrid
El Servicio de Farmacia del Hospital Vall d’Hebrón (Barcelona) ha seguido una dirección clara en la última década, desde que el departamento asumiera su propia gestión. Una orientación fundamentada en un cambio de paradigma, según explica a GM Salvador Durán, farmacéutico adjunto del servicio y coordinador de la Jornada de Innovación en Gestión celebrada recientemente en el hospital, que ha asistido a la transformación de un servicio basado en la distribución a otro articulado en torno a la atención farmacéutica como estructura de soporte de la gestión y de la actividad asistencial. La experiencia de este hospital fue el eje central de unas jornadas, a las que asistieron responsables de los servicios de Farmacia de centros de toda España.
El término innovación cobra aún más valor en un momento difícil para la sanidad catalana, inmersa en una oleada de recortes. En este sentido, Durán es consciente de que aunque la experiencia demuestra que es inevitable tomar medidas a corto plazo, es la transformación innovadora, con objetivos a medio y largo plazo, la que consigue cambiar comportamientos sin riesgo de cometer errores graves, de los que no están exentos los cambios rápidos, “más problemáticos y peligrosos”.
El cambio en este hospital parte de la idea de que “el servicio proporcione soporte a los procesos, contribuyendo al uso eficiente y seguro de los fármacos y situando la gestión del conocimiento alrededor de todo el proceso”, añade Durán. Pero para ello, asegura, es preciso minimizar las tareas rutinarias y de menor valor añadido, las labores logísticas y técnicas, y permitir que los profesionales se centren en el uso eficiente y seguro de la farmacoterapia.
Esta transformación sólo puede llegar de la mano de la innovación, un concepto familiar en este centro, receptivo a las novedades, más aún cuando se centran en mejorar los problemas que plantean los sistemas de trabajo, subraya.
En los procesos de innovación del hospital, los médicos también han jugado un papel clave y ha cambiado la relación de este servicio con los facultativos. “Su respuesta ha sido muy reconfortante. Ver que implicas a los demás y que haces un esfuerzo para cambiar un comportamiento y que ayuda a otros profesionales proporciona una gran satisfacción”, apunta el portavoz, que considera que la implantación de estas mejoras es un reflejo del espíritu de equipo multidisciplinar que impera en el hospital barcelonés.
Otra idea ampliamente discutida durante la jornada ha sido el manejo en la logística del medicamento. Hay sectores que tienden a entenderlo como una finalidad en sí misma, según explica el farmacéutico, “cuando en la sociedad y el hospital no es un objetivo, sino un medio para conseguir un uso adecuado y eficiente y una forma de generar conocimiento”.
Un buen ejemplo de ello es el protocolo implantado en cirugía ambulatoria. Durán destaca la gran variabilidad que existía en el uso de fármacos en este centro dependiente del hospital, en el que participan numerosos equipos de distintas especialidades. “Pensamos que había que plantear que una vez que el médico prescribiera, la enfermera tendría que disponer de los medicamentos necesarios”, asegura. El servicio optó por un camino distinto al habitual y se puso en contacto con los facultativos para que, en función de la evidencia disponible se articularan protocolos que establecieran el uso de medicamentos antes, durante la intervención y en el post operatorio.”Establecimos un sistema de prescripción electrónica y, como existían protocolos definidos, preparamos unos kits de medicación para cada parte del proceso”, añade. Además, el farmacéutico adjuntaba la información sobre los fármacos usados.
Al cabo de un año, el 90 por ciento de las prescripciones se ajustaban a los protocolos, logrando una adhesión a las pautas que los propios médicos habían definido. Pero no sólo se potenciaba un uso adecuado de los medicamento, sino que también se facilitaba la labor de enfermería, que podía preparar previamente los fármacos, sobre los cuales también se informaba al paciente.
Este y otros proyectos de innovación en el centro han sido posibles gracias a la prescripción electrónica y los sistemas automatizados de dispensación, que aportan otros múltiples beneficios, tal y como recalca el portavoz: “Apostamos por la tecnología y generamos información y conocimiento, lo que nos permite valorar la adhesión a los protocolos o analizar los efectos adversos. Es mucho más que logística,”, concluye.