E.S.C.
Madrid
El diagnóstico tardío del VIH (esto es, cuando la cifra de linfocitos T CD4 está por debajo de las 200 células /mm3 de plasma y el riesgo de infección oportunista es alto) está emergiendo como un problema central en muchos países, entre ellos España, donde se estima que alcanza por lo menos el 40 por ciento de los casos.
Conocer cuáles son las barreras psicosociales que están influyendo en ese diagnóstico tardío de la infección es el principal objetivo de una investigación que va a poner en marcha la Sociedad Española Interdisciplinar del Sida (Seisida), y que cuenta con el patrocinio de Gilead.
El fin último del trabajo será conocer mejor la realidad para así diseñar intervenciones que mejoren el problema del retraso diagnóstico en la actualidad. Además, se plantean una serie de objetivos concretos: determinar los motivos del retraso en el diagnóstico en diferentes colectivos de personas con VIH; conocer la cantidad de personas de la población general que se han hecho la prueba, y analizar los motivos por los que no se la hace y por los que sí.
El proyecto realizará en dos fases. En la primera, se recogerá información de todos los aspectos mencionados a través de entrevistas en profundidad a personas recientemente diagnosticadas tardíamente del VIH. Durante el segundo año se aplicará el cuestionario a una muestra representativa de la población española. Se obtendrá así una información muy valiosa en la que poder apoyarse a la hora de diseñar futuras intervenciones que permitan mejorar el problema del diagnóstico tardío existente en la actualidad.
Iniciativa del personal
Bajo nivel de información sobre el VIH, miedo al estigma, barreras logísticas o miedo a la falta de confidencialidad en los lugares de la prueba, entre otros, son algunos de los factores mencionados por diversos estudios como motivos por los que la población no se somete a tests de detección de la enfermedad.
Sin embargo otro aspecto importante a mejorar es el diagnóstico por parte de los propios profesionales. Con ese fin desde la propia sociedad, así como de otros organismos, se fomenta que la oferta de test del VIH se de por iniciativa del personal sanitario cuando existen indicadores clínicos o antecedentes de conductas o determinados factores de riesgo. (Ver tabla)