Almudena Fernández
Madrid
| viernes, 31 de enero de 2014 h |

Un nuevo modelo asistencial que traslada al domicilio del paciente complejo elementos de la atención en una planta hospitalaria. Así es la ‘Planta Comunitaria Virtual’, un proyecto piloto puesto en marcha por el Instituto de Asistencia Sanitaria (IAS) en Girona y premiado por el Departamento de Salud de la Generalitat de entre más de 600 experiencias presentadas en la III Jornada del Plan de Salud.

Ángela Vila, enfermera y coordinadora de la planta, explicó GM que se trata de una estructura que han creado en AP dentro de un modelo de gestión de casos para los pacientes crónicos más complejos o que tienen una alta probabilidad de reingreso en el hospital y que consideran que necesitan un seguimiento específico, proactivo y preventivo para que no acudan a urgencias ni tengan que ser hospitalizados, evitando además que el coste sea mayor.

A estos enfermos se les hace una valoración integral del caso que incluye aspectos del ámbito funcional, social, cognitivo y del entorno familiar, algo que se lleva a cabo siempre en el domicilio del paciente, que da mucha información de qué recursos tiene y, a partir de ahí, se decide qué tipo de seguimiento tendrá: semanal, dos veces a la semana o diario si se encuentra en un momento más crítico, y qué papel jugará cada uno de los profesionales que forman el equipo, que es siempre multidisciplinar. “En la valoración del paciente tienen que intervenir las diferentes miradas de los profesionales”, subrayó. Se gestiona el caso desde AP y permite la atención de la persona de forma intensiva durante el tiempo en que se ha valorado que es necesario.

El abordaje del caso se realiza de manera integral, pues puede que, por ejemplo, el médico prescriba el mejor tratamiento farmacológico, la mejor combinación de fármacos para ese caso, pero si enfermería no detecta cuál es el problema a la hora de tomar esa medicación y el tratamiento no se cumple, no será efectivo, o puede ser también, por ejemplo, porque no tenga un buen cuidador principal que se ocupe de ello, por lo que cada profesional aporta sus propios conocimientos y colabora para resolver lo mejor posible el caso.

24,8% de ingresos no programados

Durante los siete meses de implementación que lleva el proyecto, se han incluido en el programa 113 enfermos, con una estancia media de 55 días ‘ingresados’ en su propio domicilio. Otros 55 casos de pacientes complejos se valoraron también pero finalmente no fueron incluidos en la experiencia al considerar que con un aporte social ya no era necesario este seguimiento tan específico. De todas las personas ingresadas durante estos 5 primeros meses en la planta virtual, “sólo un 24,8 por ciento han hecho algún ingreso no programado o alguna visita a urgencias”, lo que supone que el 75,2 por ciento de ellos sólo han utilizado los servicios de Atención Primaria, relató Vila.

Sin embargo, sí han sido en ocasiones hospitalizados o han acudido a la consulta del especialista de forma programada, algo que, según asegura, nunca han querido evitar. Vila puso como ejemplo a un paciente que está al final de su enfermedad y la familia lo está asumiendo, ya la han empoderizado, le han dado los recursos, tanto materiales como de otro tipo (como puede ser el trabajo de un terapeuta que les enseñe a manejar al paciente) y si, aún así, los profesionales ven que los familiares están claudicando y tienen dificultades para asumir ese momento, lo prevén y llevan a cabo un ingreso programado a una unidad de cuidados paliativos, pero de manera organizada, evitando incomodidades como que la persona tenga que pasar tiempo en urgencias o esperar a que le encuentren una cama.