Almudena Fernández Madrid | viernes, 08 de abril de 2016 h |

El cáncer de pulmón (CP) se ha convertido en la tercera causa de muerte en España, una tasa que podría reducirse, según revela un estudio estadounidense, tal y como comentó a GM Tomás Gómez, presidente del Comité Organizador de las 6ª Jornadas Respiratorio 2016 de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), en el marco de este encuentro.

Gómez explicó que esta investigación mostró una reducción de la mortalidad del 20 por ciento seleccionando a un grupo de pacientes específico —que presentan un elevado consumo de tabaco y llevan muchos años fumando— y controlándolos de forma exhaustiva a través de escáneres de alta resolución y seguimiento. Sin embargo, tal y como reconoció el presidente del Comité Organizador, sería “muy difícil” de extrapolar a la realidad española por la dificultad para obtener los datos de todos los pacientes, así como porque han de hacerse 320 escáneres para detectar un CP . Además, da muchos falsos positivos, por lo que sería necesario “hilar muy fino”. Sin embargo, matizó que para detectar un cáncer de mama hay que hacer alrededor de 400 mamografías, y se realizan. Asimismo, agregó que los casos de este tipo de cáncer que se detectan en una fase muy inicial son los únicos que tienen realmente posibilidades de supervivencia. Y es que a los cinco años de desarrollo de la enfermedad, esta tasa se sitúa entre el 13 y el 15 por ciento de las personas.

Afortunadamente, los pacientes respiratorios cada vez ingresan menos en el hospital y fallecen menos por esta causa, pero van envejeciendo y, en consecuencia, además de su problema respiratorio se deben tratar sus comorbilidades.

Broncodilatadores

En relación con los medicamentos, también se han producido avances, y hay disponibles más broncodilatadores y que duran más tiempo, además, los médicos de familia disponen de guías para abordar estas patologías.

Sin embargo, son dos las “piedras en el zapato” del abordaje de estas patologías. Por un lado, se encuentra el “cuello de botella” del inicio, en el que se “escapan” muchos pacientes sin diagnosticar, porque sigue habiendo un 70-75 por ciento de las personas, por ejemplo con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que no saben que padecen la enfermedad.

Por otro lado, el paciente con problemas respiratorios tiene una adherencia escasa a los tratamientos. En concreto, de los que estuvieron ingresados en una unidad de cuidados intensivos por una agudización grave de asma, seis meses después del alta más del 50 por ciento de ellos no cumplen con el tratamiento.

Los dispositivos son actualmente mejores, más intuitivos, cuentan con más opciones de recuerdo de si la persona ha tomado o no la medicación, pero médicos y enfermeras tienen todavía que insistir mucho en el cumplimiento y en revisar periódicamente si realmente el paciente cumple con el tratamiento.

Asimismo, en los casos de falta de adherencia, detalló la necesidad de saber si el incumplimiento es intencionado, si se debe a un olvido o si la persona cree que solo tiene que tomarlo cuando presenta síntomas, y la actuación de los facultativos variará en cada una de las situaciones.

En cuanto a la investigación en atención primaria sobre estas patologías es escasa, por un lado, por la falta de tiempo de los facultativos y, por otro, por la dificultad para encontrar a pacientes respiratorios que no sean pluripatológicos.

Las jornadas incluyeron también la iniciativa ‘Pasear con EPOC’, consistente en recorridos de cuatro, dos y un kilómetro con pacientes con esta patología en varias localidades de La Rioja, comunidad que acogió el encuentro.