Gaceta Médica Madrid | jueves, 13 de febrero de 2014 h |

Investigadores de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC), liderados por Vicente Andrés, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), han identificado nuevos biomarcadores que predicen el riesgo de reestenosis, la principal complicación que puede aparecer tras la colocación de los stens famacoactivos. Hasta ahora se habían identificado factores clínicos y factores relacionados con el tipo de lesión a tratar y el propio procedimiento que afectan al riesgo de sufrir reestenosis, pero los intentos de identificar pacientes de alto riesgo en base a estos parámetros habían tenido un alcance muy limitado.

Ahora, una investigación que publica la revista Circulation Cardiovascular Genetics se basa en analizar dos cohortes independientes de pacientes sometidos a revascularización coronaria mediante implantación de stents convencionales. El estudio demuestra una asociación positiva entre el riesgo de sufrir reestenosis y tres variantes genéticas comunes (SNPs) en el gen CCNB1, que codifica la proteína ciclina B1, un regulador positivo del ciclo celular que se expresa en lesiones reestenóticas humanas y cuya inhibición reduce el desarrollo de lesiones vasculares obstructivas en modelos animales de angioplastia.

En colaboración con los laboratorios de Javier Chaves (Universidad de Valencia), Gianluigi Condorelli (Universidad de Milán) y Carlie J.M. de Vries (Universidad de Amsterdam), el equipo de la RIC que desarrolla su trabajo en el CNIC ha identificado variantes alélicas de los SNPs (rs350099, rs350104 y rs164390) localizados en el promotor del gen CCNB1 que se asocian con riesgo aumentado de reestenosis. Además, el equipo de Fernando Civeira (Universidad de Zaragoza), también perteneciente a la RIC, comprobó que las células sanguíneas de los individuos portadores de los alelos de mayor riesgo de reestenosis presentan niveles más elevados del ARN mensajero de CCNB1. Finalmente, los estudios moleculares realizados por Andrés y colaboradores sugieren que los pacientes portadores de las variantes alélicas de mayor riesgo provocan una mayor actividad de los factores de transcripción NF-Y, AP-1 y SP1, que causa mayor expresión de CCNB1 y una respuesta hiperproliferativa más potente.

Según Andrés, “el reto inmediato es analizar rs350099, rs350104 y rs164390 y otros SNPs en cohortes mayores y realizar estudios prospectivos para determinar si variantes genéticas comunes pueden ayudar al cardiólogo a decidir la mejor opción terapéutica para pacientes coronarios, por ejemplo utilizar SFA en vez de stent convencional, o realizar un by-pass coronario en lugar de revascularizar con stent”.