A. L. S. Madrid | viernes, 14 de marzo de 2014 h |

Aún con el eco mediático que generó el día de las Enfermedades Raras (EE.RR.), la presidenta de la Sociedad Española de Farmacología (SEF) hace un repaso de la situación del Sistema Nacional de Salud respecto al acceso a los medicamentos huérfanos.

Pregunta. Desde Feder se señalaba recientemente que en 2013 sólo se habían aprobado dos fármacos huérfanos, mientras que hay 13 a la espera de obtener precio ¿En qué posición sitúa esto a España con respecto a países de nuestro entorno?

Respuesta. Efectivamente, no se están cubriendo las expectativas. Hay 13 fármacos que se han quedado en el cajón a la espera de obtener un precio para la financiación pública. En España se dispone de un 30 por ciento menos de medicamentos huérfanos que en otros países europeos. En octubre del año pasado teníamos 66 medicamentos huérfanos aprobados y son muy pocos para todas las EE.RR. que son unas 7.000. Tiene que haber una nueva estrategia en este sentido, desde la Unión Europea se está brindando un gran apoyo, por ejemplo, la EMA recomendó y aprobó 11 medicamentos en 2013, que son más de los que se vieron en 2012. Sin embargo España no está en este punto, estamos a la cola de Europa en la aprobación de medicamentos huérfanos.

P.¿Es necesario establecer más políticas de incentivación para este tipo de medicamentos en nuestro país?

R. La UE ha establecido una estrategia de apoyo a los medicamentos huérfanos con una serie de condiciones diferentes para que se ayude a la investigación de estos medicamentos y se fomente su incremento. Las dos acciones fundamentales son preservar las posibilidades de comercialización durante 10 años, y dar exclusividad, además de una serie de deducción de tasas. Pero esto no es suficiente. En nuestro país ni siquiera se respetan estas condiciones. En las CC.AA. en las que hay presión presupuestaria los hospitales vuelven a revaluar e incluso se han tomado medidas como acudir a fórmulas magistrales de forma semiindustrial para no comprar el medicamento huérfano. Sólo un 6 por ciento de los pacientes tienen un tratamiento disponible. De alguna forma hay que ayudar e incentivar a los laboratorios para que investiguen en fármacos para este tipo de enfermedades.

P.¿Debería establecerse un fondo específico para la financiación de enfermedades poco frecuentes para que los tratamientos lleguen a los pacientes?

R. Normalmente se justifica que no se den medicamentos innovadores porque desbarajustan los presupuestos de los hospitales. Efectivamente la creación de fondos centralizados garantizaría que hubiera un acceso equitativo de los pacientes en todo el territorio español a la innovación terapéutica. Los fármacos llegarían a los pacientes por encima de las decisiones economicistas de las comunidades o los hospitales. Es verdad El gasto que generan estos medicamentos huérfanos, que fundamentalmente son hospitalarios ,es aproximadamente el 11 por ciento del gasto en medicamentos por tanto suponen un gasto importante en el hospital. Es una de las cuestiones más importantes que tiene que resolver el SNS, crear un fondo común para que haya un acceso equitativo.

P. Los pacientes denuncian desigualdades en el acceso a los fármacos entre las diferentes CC.AA. ¿cómo se valora esta situación desde la sociedad?

R. Creemos que es un problema no sólo en medicamentos huérfanos sino en cualquier innovación. Las comunidades actúan a su libre albedrío y hay desigualdades importantes en el acceso a estos medicamentos. La demora que está establecida en la ley de 180 días desde que se presenta el fármaco y se da el precio de financiación no se cumple. El proceso en nuestro pais se puede enlentecer de forma importante además las multiples evaluaciones que sufre el medicamento por parte de CCAA, hospitales etc. hace que todavía se pueda demorar más la incorporación de los medicamentos en algunos puntos del territorio español.

P. ¿Debería hacerse la evaluación de estos medicamentos de una forma menos economicista y más basada en la eficiencia?

R. Ver la salud en términos economicistas es tener una visión muy parcial además de cortoplacista. Hay que valorar la eficiencia de un fármaco y actuar no sólo por criterios economicistas.