Almudena Fernández Madrid | viernes, 22 de enero de 2016 h |

El jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Arnau de Vilanova y del Hospital de Llíria, Enrique Soler, explica a GM que la FH está muy dimensionada y tiene una alta complejidad para el número de camas con el que cuentan, tanto por la población asignada como por el número de consultas externas.

Pregunta. ¿En qué se diferencia el Servicio de Farmacia del Hospital Arnau de Vilanova de otros?

Respuesta. En la actualidad ya no es solo del Arnau de Vilanova, sino que tiene un hospital complementario, el Hospital de Llíria, que en su funcionamiento interno depende de las jefaturas de servicio del Hospital Arnau de Vilanova aunque, desde el punto de vista de funcionalidad en el área, es un hospital de alta resolución y da cobertura a la zona de Llíria y a algunos pueblos cercanos. Nuestro servicio tiene dos secciones departamentales y desde el punto de vista funcional son el mismo servicio con dos ubicaciones geográficas distintas, en ambas tenemos lo mismo, está repartido entre los dos hospitales. Además, Llíria tiene 97 camas, no llega a las 100 y, a pesar de que yo reclamé que se estableciera un servicio de FH propio con un titular, aunque desde el punto de vista jerárquico el jefe del servicio fuera yo, no lo conseguí, y esto le da una complejidad añadida distinta al funcionamiento de otros servicios de FH. Además, somos un departamento con mucha población, tenemos asignados 311.000 habitantes y hasta la apertura de Llíria teníamos 300 camas, pero no revelaban la complejidad del hospital porque atendemos a más de 3.000 pacientes externos —lo que supone que la consulta externa de farmacia tenga unos 70 pacientes al día—, no sé cuánto tiempo podremos mantenerlo. La apertura del nuevo hospital parece que nos puede reducir un poco esa presión asistencial. Tenemos unos servicios que está muy dimensionados y con una alta complejidad y en esto nos diferenciamos de otros hospitales con el mismo número de camas pero en los que la actividad es menor. Además, tenemos una media de entre 40 y 50 ensayos clínicos permanentemente y todos pasan por Farmacia.

P. ¿Está recibiendo la FH recursos suficientes para la atención a los pacientes ambulatorios?

R. No, ni lo creo ahora ni lo he creído nunca, en absoluto. Ya no en mi hospital, sino en general. Es cierto que hay algunas comunidades que esto lo han paliado. Somos conscientes de que algunas regiones, con el tema de la hepatitis C, reforzaron las unidades de pacientes externos con algún farmacéutico más, este no es el caso de la Comunidad Valenciana. La presión de la consulta externa en nuestro hospital es brutal, los pacientes externos y del hospital de día suponen más que los ingresados. Todo ha sido aumentar y aumentar la carga de trabajo y no añadir esa dotación.

P. ¿Se debe desinvertir en algunos fármacos que ya no aportan innovación para invertir en otros?

R. Sí, el ‘quid’ de la cuestión está en el cómo, más con el sistema de financiación de fármacos que tenemos en nuestro país. A veces se nos llena la boca con la desinversión porque con la crisis se puso de moda este concepto, que es razonable, pero sin que la inversión esté basada en la coste-efectividad y en otros parámetros farmacoeconómicos.

P. ¿Entiende las reclamaciones desde algunas entidades respecto a que los medicamentos de dispensación hospitalaria (DH) se dispensen en las oficinas de farmacia?

R. Sí, y en algunos momentos yo también he defendido ese posicionamiento. Creo que la oficina de farmacia es una estructura sanitaria y hay que darle los contenidos adecuados al servicio que pueden prestar y a la capacidad de sus profesionales. Yo entiendo que hay fármacos para los que no es necesario que el paciente venga al hospital a que se le dispense. Tampoco creo que sea café para todos, para ello el titular puede tener que hacer cursos específicos, yo soy un defensor acérrimo de la acreditación y reacreditación, y considero que con unos condicionantes que se establezcan, una oficina de farmacia pueda dispensar varios de los fármacos de DH. El sistema por el cual se vaya capacitando a la farmacia comunitaria debe establecerse en reuniones entre las asociaciones profesionales, la Administración y los colegios. Esto haría que los pacientes tuvieran una mayor accesibilidad a determinados medicamentos, ya que en el hospital tienen que estar dos horas porque no es una dispensación ciega, sino con control, seguimiento y asesoramiento. Además, hay algunos medicamentos que se incluyeron en el catálogo de DH más por un tema económico que sanitario.

P. ¿Cree que se destinan suficientes recursos a investigación en FH?

R. Esta investigación depende mucho de la voluntariedad de los farmacéuticos. En cuanto a los recursos, no es que haya un capítulo para la investigación en FH, sino que cuando presentas un proyecto de investigación competitiva, si tu proyecto es bueno, saldrá adelante, si no lo es, no saldrá. Nosotros encontramos a veces mayor dificultad que otros servicios médicos, pero es a causa de la trayectoria de investigación y también porque nuestros servicios tienen una carga asistencial muy grande y esto hace que solamente los servicios grandes que pueden conseguir recursos alternativos también sean los que básicamente pueden investigar. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) lleva ya algunos años dedicando cada vez más recursos para que los farmacéuticos de hospital podamos presentar proyectos de investigación, está haciendo una labor importante porque la investigación no es para médicos o para farmacéuticos, es sanitaria en general.

P. En el Congreso de la SEFH de este año presentaron el nuevo código ético del farmacéutico, ¿qué aporta?

R. Soy el coordinador del Grupo Ethos y uno de los impulsores de la idea. El código ético que se ha presentado es una pequeña actualización (modificación del lenguaje, algún aspecto más claro en temas de seguridad…), pero en lo que va a influir esta nueva versión es en que muchos profesionales no lo conocían y ahora ha habido la oportunidad de dar protagonismo a algo tan importante como es un código ético profesional en un congreso.

P. Con los cambios que se están produciendo en el sistema sanitario, ¿cómo augura el futuro de la FH?

R. Muy bien. Por fin desde el punto de vista académico formativo existe una especialidad que representa a la atención farmacéutica especializada. Por fin se ha sido un poco racional y se ha creado la especialidad de Farmacia Hospitalaria y Atención Primaria que, por lo menos, ha unido a los dos grupos profesionales más fuertes a nivel de atención farmacéutica no comunitaria aunque ha dejado fuera otras instituciones: farmacia sociosanitaria y penitenciaria. Estoy contento y creo que eso también va a dar garantías a la sociedad, que merece contar con profesionales capacitados y con una formación reglada. Hace falta también que se avance en el de reacreditaciones y que para poder seguir ejerciendo tengas que reacreditar tus conocimientos cada ‘X’ años, es un reto muy importante que tienen por delante las sociedades profesionales.

Hay comunidades que han reforzado la FH externa, pero no es el caso de la Comunidad Valenciana”

Con la crisis
se puso de moda
la desinversión, que es razonable, la cuestión está en cómo hacerlo”