br
El análisis de datos de estudios con grupos de población pequeños revelan que aproximadamente un 5 por ciento de los niños entre cero y 18 años tienen la presión arterial alta, la mayoría de las veces provocada por la obesidad, una patología que afecta al 30 por ciento de la población infantil y adolescente. Unos datos que nos sitúan a la cabeza en prevalencia de esta enfermedad junto a Estados Unidos y a mucha distancia, sin embargo, de países europeos.
Además, Francisco de la Cerda, pediatra nefrólogo del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, estima que “los datos reales son mayores que los que aparecen en los estudios”, ya que la hipertensión arterial no manifiesta síntomas y no se suele medir en población pediátrica, algo que está empezando a cambiar sobre todo porque esos niños, de adultos, serán personas con una menor esperanza de vida y un mayor riesgo de patologías cardiovasculares.
Otro problema que también requiere de una atención temprana son los trastornos del desarrollo. Tal y como explica Antonio Pons, coordinador dela Estrategia de Atención Temprana en Andalucía, es más fácil, si ocurre algo, “intervenir y reorganizar funciones cerebrales en las fases críticas de plasticidad cerebral en el niño”, ya que existen evidencias de que ello puede provocar modificaciones positivas. Además, Pons también recordó la importancia de que estos trastornos sean tratados de una manera multidisciplinar, en colaboración con la familia y los servicios educativos.
Asimismo, este pediatra de AP también resaltó la importancia de la prevención primaria y secundaria, del seguimiento de los niños recién nacidos de riesgo y también de los sanos y del uso de sistemas de información a los que tengan acceso todas las partes implicadas en el proceso de desarrollo del niño, algo que se implantó en Andalucía hace ahora un año.
También hubo tiempo en el Congreso para las quejas sobre los recortes y, sobre todo, por determinados cambios introducidos en el calendario vacunal único. Concretamente sobre la salida de este calendario de la vacuna frente al neumococo habló Teresa Hernández-Sampelayo, vocal del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, que aseguró no entender que una vacuna eficaz “salte” del calendario por motivos estrictamente económicos. Según los datos presentados, esta vacuna ha conseguido “disminuir el número de niños que hay que hospitalizar por enfermedades neumocócicas graves, reducir a la mitad las meningitis o bajar al 70 por ciento las enfermedaes pulmonares graves”.
Y no solo eso, sino que esta vacuna, explica Hernández-Sampelayo, ha conseguido disminuir las resistencias al reducir el uso de antibióticos. Concretamente, esta vocal se refirió a “la bajada de dos tercios del serotipo P19a, uno de los que más resistancias produce”.Y todo ello añadido a la protección indirecta que ofrece a otros niños no vacunados. Con estos datos, obtenidos de 693 casos de 27 hospitales, Hernández-Sampelayo quiere “llamar la atención” de las autoridades ante lo que ella considera “un atraso”.
Pero para buenas noticias también hubo tiempo, ya que se presentó el ‘Pediamécum’, una herramienta que viene a cubrir una necesidad que los pediatras llevaban años reclamando. De momento, esta guía incluye más de 500 fichas de principios activos y, según sus creadores, permitirá “evitar el mal uso terapéutico por desconocimiento de las dosis apropiadas”.
La atención temprana en los trastornos del desarrollo fue otro de los temas de la reunión
La AEP considera un “atraso” la salida del calendario de la vacuna frente al neumococo