UEGW/ Los criterios de Roma IV y los biomarcadores mejorarán la detección de la patología

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c. o. Barcelona | viernes, 18 de octubre de 2013 h |

En la actualidad, el síndrome del intestino irritable (SII) se diagnostica fundamentalmente en base a criterios clínicos, si bien estos “no son perfectos” y sigue existiendo un pequeño riesgo de obviar alguna patología grave. De ahí que ya se esté trabajando en unos nuevos, los denominados criterios de Roma IV, que no se publicarán hasta 2016 y que pretenden esclarecer cuál es la mejor asociación de síntomas que permite discriminar entre SII y otras patologías. Así lo comunica el coordinador internacional del Comité de Roma IV para trastornos funcionales intestinales, Fermín Mearin, director del Servicio de Aparato Digestivo del Centro Médico Teknon de Barcelona, que participó en el 21º congreso de la Semana Europea de Gastroenterología (UEGW), celebrada en Berlín, en un simposio organizado por Laboratorios Almirall sobre avances en diagnóstico y tratamiento del SII con estreñimiento.

Además de resaltar cómo pueden optimizarse los criterios clínicos, Mearin destacó el escenario que comienza a plantearse con el uso de biomarcadores. Aunque se sabe que algunos pacientes presentan una sensibilidad del tubo digestivo aumentada, “este hecho no es lo suficientemente específico ni sensible para tener utilidad clínica”. Por tanto, otra vía de estudio son los marcadores de inflamación en heces que permitan diferenciar a aquellos pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, de pacientes con SII. “De estos, el más importante es la calprotectina, que está aumentada en pacientes con EII, pero no en SII”, puntualiza Mearin.

Tanto es así que el Instituto Nacional de Salud de Reino Unido (NICE) recomienda en un artículo publicado este mismo mes la determinación de la calprotectina en heces cuando exista una duda diagnóstica entre un proceso inflamatorio y un SII.

Por otro lado, Mearin resaltó datos muy novedosos que parecen indicar que fenómenos de microinflamación y activación inmunitaria pueden discriminar al SII de otras patologías orgánicas. “En una biopsia de colon, el recuento de células inmunitarias o el recuento de mastocitos podría ser útil en un futuro para establecer el diagnóstico del SII”, afirma el facultativo, aclarando que estos datos son aún muy preliminares”, por lo que requieren ser confirmados antes de tener utilidad práctica.

Terapia de acción múltiple

En cuanto al tratamiento, durante el simposio se puso de manifiesto la necesidad de nuevas opciones terapéuticas que proporcionen un control completo de los síntomas, ya que los fármacos clásicos como los laxantes o los espasmolíticos sólo actúan sobre un síntoma y, por tanto, no suponen una solución integral para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

En este sentido, linaclotida se postula como la alternativa más adecuada, un agonista del receptor de la guanilato ciclasa tipo C, el primer fármaco desarrollado específicamente para tratar el SII-E, que tiene una acción múltiple. “Por un lado, aumenta la secreción intestinal, con lo cual tiene un efecto tanto en la consistencia de las heces como aumentando los movimientos del colon, pero también actúa sobre las vías aferentes del dolor, y por tanto disminuye la sensibilidad visceral”, detalla el experto. Además de dolor abdominal y estreñimiento, linaclotida también mejora otros síntomas fundamentales del SII, donde otros fármacos no tienen acción, como la distensión abdominal.

En lo referente a la tolerabilidad de linaclotida, Mearin declara que, a partir de su mecanismo de acción “completamente novedoso”, tiene la gran ventaja de ser de acción local, por lo que prácticamente no se absorbe y evita los efectos adversos asociados a otros fármacos.

Los criterios de Roma IV buscan la mejor asociación de síntomas para el diagnóstico

Fenómenos de inflamación y activación inmunitaria se postulan como biomarcadores