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Los inhibidores de la proteasa y polimerasa frenarían recidivas en hepatitis C
En inmunosupresión, se tiende a combinaciones a dosis más bajas y seguras
Cecilia Ossorio
Barcelona
La aplicación de nuevos fármacos antivirales y pautas específicas dirigidas al enfermo trasplantado en el tratamiento de la recidiva por el virus de la hepatitis C es una tarea pendiente, y por ello esta cuestión fue una de las protagonistas del 21er Congreso de la Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH), que tuvo lugar en Badajoz.
En este sentido, el presidente saliente de la SETH, Evaristo Varo, explicó a GM que “prácticamente el cien por cien de estos pacientes experimenta recurrencias, en mayor o menor tiempo”. Por ello, se están realizando estudios fase I y fase II muy iniciales, con nuevos fármacos que ofrecen mecanismos de acción más eficaces al de los tratamientos tradicionales, que son interferón y ribavirina. “Se trata de los inhibidores de la proteasa y de polimerasa. Son totalmente novedosos con respecto a los que se han utilizado clásicamente, con resultados muy alentadores”, declaró el experto, que dirige en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, la única unidad de trasplante abdominal multidisciplinar que existe en España, y ha gestionado la SETH durante seis años.
No obstante, hizo hincapié en que son estudios preliminares con pocos casos clínicos, y aún se debe comprobar si estas nuevas combinaciones consiguen aportar una respuesta viral mayor en estudios más amplios. Además, hasta ahora la mayoría de estos estudios se han realizado en enfermos no trasplantados. “Una vez que se ve que en estos pacientes es eficaz, se pasa al enfermo trasplantado, mucho más complejo, que tiene más interacciones medicamentosas”, explicó Varo. Por tanto, los inhibidores de la proteasa y la polimerasa planean en el horizonte como alternativas eficaces, pero “a nivel de trasplantes serían casi observaciones clínicas más que casuística y evidencia clínica”, aseveró el experto.
Otras líneas de investigación actuales pretenden conseguir la aplicación de pautas inmunosupresoras individualizadas a la situación del trasplantado, así como el desarrollo de nuevos fármacos inmunosupresores para combatir el rechazo. “Aunque hay algunos en ensayos muy iniciales con nuevos fármacos, ahora sobre todo tratamos de combinar terapias a dosis más bajas de las que se ha utilizado tradicionalmente con un sólo fármaco o dos, para conseguir mayor potencia inmunosupresora con menores efectos adversos”, añadió el presidente de SETH.
Asimismo, están tratando de profundizar en la biología tumoral del carcinoma hepatocelular y del colangiocarcinoma para establecer las indicaciones y el momento óptimo para el trasplante.
Este año se ha celebrado el 25º aniversario del primer trasplante de hígado en España, y durante el congreso se puso de manifiesto que hasta hoy se han realizado 16.132 trasplantes de esta categoría en 25 centros distintos del país, y entre 1993 y 2008 se han llevado a cabo 222 trasplantes hepáticos de donante vivo.
Medicina regenerativa
Por otro lado, como ya se hiciera en el congreso mundial de trasplante hepático celebrado este año en Nueva York, se volvió a incidir en el papel que tendrá la medicina regenerativa en este ámbito, la posibilidad de crear órganos a partir de células pluripotenciales del propio enfermo. “Esto es lo que más está llamando la atención, pero de momento los estudios los está dirigiendo solamente la Universidad de Minnesota (EEUU), y aunque los primeros son muy esperanzadores, habrá que esperar unos años para tener más resultados”, afirmó Varo.