ser 2012/ Avances en osteoporosis y retos en enfermedades inflamatorias y raras, en el Congreso de la Sociedad Española de Reumatología

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cecilia ossorio Barcelona | viernes, 18 de mayo de 2012 h |

La vertebroplastia es una técnica más eficaz que el tratamiento analgésico habitual para mejorar el dolor a muy corto plazo en pacientes con fracturas vertebrales recientes. Lo demuestra un estudio prospectivo liderado por Pilar Peris, del servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona, publicado en Journal of Bone and Mineral Research y presentado en el 38º Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado en Zaragoza.

Como explicó a GM Núria Guañabens, del mismo equipo, que ha participado en el estudio, evaluaron a 219 pacientes, de los que aleatorizaron a 125 (64 a vertebroplastia y 61 a tratamiento conservador).

Las pacientes que se habían sometido a vertebroplastia presentaban una mejor calidad de vida y menos dolor a los dos meses, y al año las condiciones de los dos grupos se igualaban, y consumían el mismo número de analgésicos a lo largo del año. Guañabens incidió en que los tratamientos de rescate por dolor intenso fueron más frecuentes en los de la rama sin vertebroplastia. Ahora bien, hallaron una mayor incidencia de fracturas, especialmente de las vértebras adyacentes, en las personas con vertebroplastia durante el primer periodo del año de seguimiento.

Por tanto, el equipo está tratando de identificar los factores de riesgo de las pacientes que sufrieron estas fracturas para definir mejor la indicación de la vertebroplastia. “Algunos pacientes padecen dolor insoportable, esta técnica ofrece una mejoría muy rápida, en comparación con los analgésicos, que ejercen efecto a los seis meses, y por ello hay que concretar quiénes se pueden beneficiar”, puntualizó Guañabens.

Lo mejor en Reumatología

Por otro lado, Emilio Martín Mola, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, pronunció una conferencia magistral sobre los mejores trabajos del último año en esta especialidad.

Entre ellos, destacó el publicado en New England Journal of Medicine que pretendía objetivar el intervalo de tiempo estimado para el desarrollo de la osteoporosis a partir de la primera densitometría ósea. En él se estudió a casi 5.000 pacientes mayores de 67 años, y menos del 10 por ciento de las mujeres con resultados normales de densidad mineral ósea progresa a osteoporosis en los 15 siguientes años, según el artículo firmado por Margaret L. Gourlay, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. Unos resultados que, como subrayó Martín Mola, evidencian que no es necesaria una densitometría en estas mujeres cada dos años.

En otro sentido, hizo hincapié en el estudio alemán publicado este año en Annals of the Rheumatic Diseases, que demuestra que los antiinflamatorios no esteroideos logran retrasar la progresión de la espondilitis anquilosante al cabo de dos años de seguimiento, en comparación con los pacientes que no los toman. “Es un resultado que no se había conseguido con ningún biológico”, puntualizó.

En el campo de las enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas, Miguel Ángel González-Gay Mantecón, responsable del servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, hizo hincapié en que se asocian con un aumento de eventos cardiovasculares. Sin embargo, lamentó que aún no hay guías clínicas establecidas para el manejo cardiovascular de estos pacientes, y desde la SER están buscando herramientas. “Las que existen ahora, como las Eular, tienen limitaciones porque minimizan el efecto de la inflamación, algo fundamental en el desarrollo de la aterogénesis en nuestros pacientes”, declaró.

Enfermedades raras

Otro de los temas abordados por Guañabens durante el congreso fue la enfermedad ósea metabólica en casos especiales. En este sentido, presentó casos de enfermedades raras como la hipofosfatasia. “La diagnosticamos a partir de una complicación muy poco descrita, que son calcificaciones tendinosas múltiples, a raíz de un cuadro en tres hermanas”, explicó.

Se trata de un defecto enzimático en el que hay un acúmulo extracelular de pirofosfato inorgánico, y se caracteriza por niveles bajos de fosfatasa alcalina. Tiene varias formas, la perinatal, que provoca la muerte de los bebés, la infantil, muy sintomática, y la forma adulta, que aparece en mediana edad, en la que se desarrollan fracturas de estrés y metatarsianos recurrentes, que curan muy mal, o también condrocalcinosis. “El mensaje es que si un paciente llega con tendinitis cálcicas múltiples, hay que tener en cuenta la hipofosfatasia, que es una enfermedad mucho más frecuente de lo que parece, porque cursa con osteomalacia pero puede ser muy asintomática”, declaró la experta.

En cuanto a tratamiento, si bien se ha descrito que la teriparatida puede mejorarlo, existen “francas dudas” sobre esta terapia. Recientemente, Michael Whyte, de los Hospitales Shriners para Niños de San Louis (EEUU) publicó un estudio en el New England Journal of Medicine con niños con enfermedad muy avanzada, en los que la sustitución enzimática obtiene buenos resultados, en términos de mejoría de los valores óseos y capacidad para caminar. En adultos, de momento no se ha ensayado esta terapia.