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A pesar de que las arcas públicas están bajo mínimos, los partidos políticos que acuden a las urnas el 21 de octubre en Galicia y País Vasco prometen lo que hoy parece imposible: más Sanidad, más I+D biomédica y, en general, más crecimiento, aprovechando que son dos de las comunidades más solventes. Pero por encima de las promesas los programas electorales dejan claro, por acción u omisión, que lo que en realidad se evalúa en las elecciones son las reformas del Gobierno que preside Mariano Rajoy, y dentro de ellas, muy especialmente, la reforma sanitaria.
Son las políticas de la ministra de Sanidad, Ana Mato, las que diferencian unas propuestas que, en general, apuestan por la modernización y reorientación del sistema, las TIC, la I+D y el giro de la Sanidad hacia los crónicos, y anuncian un papel más prominente por parte de los pacientes en el cuidado de su salud, y de las asociaciones que los representan en las decisiones sanitarias. La oposición a los recortes de la ‘reforma Mato’ centra las promesas sanitarias de los socialistas, así como de IU, UPyD y el BNG.
Sus programas tienden a devolver al sistema sanitario parte de los “más de 1.000 millones de recortes acumulados” (BNG), a regular por ley la colaboración público-privada y la asistencia universal y gratuita.
Especialmente concreto es el PSOE vasco, que no solo promete asegurar el derecho a la protección de la salud de la población, “sean jóvenes o mayores, activos o jubilados o desempleados, nacionales o extranjeros, con independencia del nivel de renta”, sino que adelanta que se opondrá a “cualquier recorte” en la cartera de servicios y exigirán de las diputaciones la reforma fiscal necesaria para que estos recortes no tengan que afectar a los vascos.
El PP, sin embargo, no hace mención a los decretos-ley sanitarios en ninguna de las dos comunidades. Pero la presidencia que hoy ocupa Alberto Núñez Feijóo le permite mostrar a Galicia “como una comunidad puntera” en el control del gasto farmacéutico “antes y mejor que el resto de España”. Aún así, no incluye en su programa la promesa de reducir la factura un 15 por ciento más en la siguiente legislatura.
De la misma manera, el programa electoral de Antonio Basagoiti evita hablar del copago farmacéutico. El PP vasco sí reconoce que la crisis “obliga a reflexionar sobre la viabilidad y sostenibilidad del SNS y buscar la máxima eficiencia de las políticas sanitarias que se pongan en marcha”. Su única concreción en el terreno de los recortes tiene como referencia el cumplimiento de la normativa estatal en la relación a los criterios de obtención de la tarjeta sanitaria.
Propuestas en Farmacia
Fuera de los recortes, las promesas en Farmacia coinciden en la necesidad de fomentar los genéricos, los sistemas personalizados de dosificación de fármacos, la PPA y las compras centralizadas. Especial mención requiere la apuesta del PNV por incorporar “contratos de riesgo compartido ligados al éxito terapéutico de los medicamentos de nueva introducción”, y la propuesta del PSOE gallego de regular el marco de relaciones entre la industria farmacéutica y los profesionales para establecer, entre otros aspectos, “límites éticos” para la visita médica.
Los populares no hacen mención a los decretos-ley en ninguna de las dos comunidades
El PP vasco reconoce que la crisis obliga a reflexionar sobre la sostenibilidad del SNS