| viernes, 18 de noviembre de 2011 h |

El primer tratamiento oral para la esclerosis múltiple ha sido uno de los protagonistas del congreso de la SEN debido a que ya se ha aprobado y está disponible en España. Fingolimod, comercializado por Novartis con el nombre de Gilenya, es un modulador del receptor de la esfingosina 1 fosfato (S1PR) que ofrece un mecanismo dual y es capaz de reducir entre un 61 y un 74 por ciento la tasa anual de recaídas en los casos de gran actividad, en comparación con interferón beta-1a, según lo datos obtenidos en los estudios fase III Freedoms y Transforms.

Además, confiere una reducción del 31 por ciento en el índice de atrofia cerebral durante el primer año de tratamiento —con independencia de la enfermedad previa— en comparación con interferón beta, y permite que el 83 por ciento de los casos esté libre de brotes en ese tiempo.

Como destacó Xavier Montalbán, director de Neurociencias y del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, fingolimod es un fármaco lipofídico que traspasa la barrera hematoencefálica para entrar en el sistema nervioso central (SNC), e impide que los linfocitos abandonen los ganglios linfáticos y pasen al SNC, evitando así que provoquen lesiones y brotes.

Está indicado como terapia única para los pacientes con elevada actividad de la enfermedad no respondedores a interferón beta, y para aquellos con enfermedad remitente recurrente grave de evolución rápida. Una indicación que, a juicio de Guillermo Izquierdo, coordinador de la Unidad de EM del Hospital Virgen Macarena de Sevilla, es un tanto “limitante” debido a la eficacia demostrada del fármaco.

Izquierdo hizo hincapié en que fingolimod se está probando en ensayos clínicos para las formas primarias progresivas de la enfermedad, que son un reto pendiente.