redacción Madrid | viernes, 13 de abril de 2012 h |

“No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés”. Con esta cita, atribuida al economista y filósofo escocés Adam Smith, terminó el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, su discurso de agradecimiento tras recibir el Premio Fundamed-El Global a la Figura Pública Sanitaria de 2011. Consciente de que España atraviesa “el momento más difícil desde el punto de vista económico en los últimos 60 años, el consejero apeló así al interés de todo el sector farmacéutico de acometer las reformas que esta misma semana se van a dar a conocer. “Lo grave sería no hacer nada”, aseguró Fernández-Lasquetty, que en lugar de apostar por fomentar la preocupación sobre las reformas animó a preguntarse qué ocurriría si no se acometieran esas reformas.

El consejero confía en el liderazgo que, según él, ya hay en el Ministerio de Sanidad, y afirmó que el proceso reformista se llevará a cabo con diálogo y cooperación, sobre todo con los “proveedores y generadores de nuevos productos” del sector farmacéutico. Diálogo y cooperación fueron, precisamente, dos de las virtudes que han permitido a Fernández-Lasquetty recibir este galardón, y ello a pesar de que este consejero tenía “la absoluta certeza” de no merecerlo más que los otros candidatos.

Cierto es que lleva apenas dos años en el cargo, pero a pesar de ello su gestión ha sido clave en un momento crítico por duplicado, que no solo implicaba trabajar por la sostenibilidad de las cuentas autonómicas ante la crisis, sino que también pasaba por poner en marcha la Libre Elección. Hoy es posible decir que Fernández-Lasquetty está teniendo éxito en ambos puntos. La Libre Elección ha permitido ya que unos 600.000 madrileños hayan podido elegir médico u hospital. Y las cuentas de la Comunidad de Madrid, aunque no sean ajenas a la coyuntura económica —algunas medidas aprobadas por el gobierno madrileño en su Ley de Acompañamiento a los presupuestos de 2012 han sido especialmente polémicas— se encuentran mucho mejor saneadas que otras, gracias a una eficaz política de contención de gasto plurianual.

En este sentido, la gestión de Fernández-Lasquetty ha potenciado las actuaciones que su antecesor en el cargo, Juan José Güemes, puso en marcha en Sanidad en 2007, lo que ha evitado una desviación excesiva del déficit público. Ello ha permitido, por ejemplo, que en ocho años la región haya abierto 12 hospitales; 72 centros de Atención Primaria; y disponga de 3.300 médicos más y 2.200 nuevas enfermeras. Para Fernández-Lasquetty, el Premio Fundamed-El Global a la Figura Pública Sanitaria de 2011 es también un reconocimiento a todos los profesionales que conforman el Servicio Madrileño de Salud.

Otro motivo que le ha hecho merecedor del galardón a la Figura Pública Sanitaria es su defensa del sector y sus esfuerzos para conseguirle un marco estable y previsible: en varias ocasiones ha resaltado su interés en potenciar la faceta del farmacéutico como agente de salud, la colaboración con los farmacéuticos de hospital; el protagonismo y autonomía del médico y la presencia de la industria farmacéutica en Madrid.

La participación de los pacientes en el sistema sanitario ha sido otro de los objetivos de su gestión. De la mano de Fernández-Lasquetty, la Comunidad de Madrid se adhirió a la Alianza General de Pacientes, una firma que expresaba la intención del consejero de impulsar la participación de las asociaciones de pacientes en la Administración sanitaria, a través de diversos mecanismos, y a promover entre las asociaciones de pacientes la implantación de sistemas de gestión de calidad. La Ley de Libre Elección da además al usuario herramientas para tomar decisiones sobre su salud.

Valentía

Ha sufrido ataques claros por motivos como el copago o la legalidad del Área Única, que nunca han hecho mella en él, y eso que ha sido uno de los consejeros más claros a la hora de hablar de estos asuntos, en especial sobre el primero. Fernández-Lasquetty se ha caracterizado siempre por solicitar valentía a la hora de afrontar “reformas estructurales concretas, aunque generen polémica”. Una de ellas es la apuesta que la presidenta regional ha manifestado en ocasiones en relación a una reforma del copago farmacéutico en función de la renta.

Pero no es la única. Fernández-Lasquetty siempre ha tenido claras otras medidas necesarias a adoptar para hacer frente a la sostenibilidad del sistema y mejorar la eficiencia. Una de ellas ha sido también apostar por un cambio fundamental en la concepción del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, para hacer de él un organismo con carácter vinculante.