Francisco rosa Madrid | viernes, 20 de abril de 2012 h |

Las ‘malas prácticas’ del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), que lleva más de un mes sustituyendo prescripciones de medicamentos de varios grupos terapéuticos (IBP, estatinas y ARA-II) por equivalentes de menor coste, ya han obtenido respuesta por parte de la industria farmacéutica innovadora. La patronal Farmaindustria interpuso el pasado 18 de abril un recurso de casación, alegando una presunta invasión de competencias. Este argumento se asienta en lo establecido por la Ley de Garantías, que otorga al Ministerio de Sanidad la potestad exclusiva para el establecimiento de las agrupaciones homogéneas de medicamentos intercambiables.

Por este motivo, José Ramón Luis-Yagüe, director del departamento de Relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, estimó que la medida del Sescam es “inaceptable”, derivándose de ella una vulneración clara de la libertad de prescripción con las que están dotados los facultativos. A esto habría que añadir el hecho de que la sustitución de medicamentos con distinto principio activo puede poner en peligro la seguridad de los pacientes. “El riesgo es enorme, si se tiene en cuenta que esto afecta a personas con enfermedades importantes como son la hipercolesterolemia o la hipertensión”, afirmó.

El representante de la patronal se quejó también de que las prácticas del Sescam suponen un “ataque contra la industria y la innovación”, ya que menosprecian los esfuerzos realizados por las compañías en la investigación y el desarrollo de novedades terapéuticas que han tenido que demostrar su eficacia, seguridad y calidad ante los organismos competentes y han sido aprobados por ellos.

Incentivos del Sergas

Por otro lado, Luis-Yagüe quiso valorar la decisión del Servicio Gallego de Salud (Sergas) de incentivar a los médicos a que no prescriban novedades terapéuticas sin alternativa de genéricos, así como la limitación de la dosificación de determinados principios activos, medidas incluidas, entre los objetivos asistenciales para 2012. Sobre este particular, el responsable de Farmaindustria definió como un “sinsentido” el que se limite a los pacientes el acceso a medicamentos que han sido aprobados y consideró que estas decisiones “penalizan la apuesta de la industria por la innovación”.

Cabe aquí señalar que entre las novedades terapéuticas aprobadas recientemente hay tratamientos para enfermedades como la hepatitis C o la prevención del ictus, con altas tasas de mortalidad asociada, que han visto muy limitada su utilización, especialmente, en algunas regiones españolas.