Cardiología/ Los programas de rehabilitación disminuyen un 30% la mortalidad

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Con el fin de paliar este déficit la Sociedad Española de Cardiología pone en marcha PrevenSEC, un programa que el paciente puede seguir desde su casa
| 2010-11-05T16:07:00+01:00 h |

Redacción

Madrid

España está a la cola en cuanto al número de unidades de rehabilitación cardiaca. Aunque han aumentado en los últimos años, en total sólo hay 40 unidades de este tipo, la mitad de las cuales se halla en centros privados.

Según Carmen de Pablo, cardióloga de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, “en España, sólo alrededor de un 4 por ciento de las personas que han sufrido un infarto u otro episodio cardiovascular acude a rehabilitarse en una unidad especializada, mientras que en algunos países europeos esta cifra es superior al 90 por ciento”.

Teniendo en cuenta que cada año se producen en nuestro país unos 50.000 infartos “lo ideal”, añade, “sería contar con una unidad de rehabilitación especializada por cada 250-300.000 habitantes, junto con unidades en algunos centros de salud, para los pacientes cardiópatas de bajo riesgo”.

PrevenSEC

Para lograr este objetivo, España debería contar con al menos cien unidades de rehabilitación cardiaca más. “En países como Estados Unidos, las guías médicas recomiendan remitir a los pacientes que han sufrido un episodio cardiovascular a una unidad de rehabilitación cardiaca, con la misma insistencia que, por ejemplo, la necesidad de recibir tratamiento con aspirina u otros antiagregantes”, comenta De Pablo.

Ante esta situación la Sociedad Española de Cardiología ha puesto en marcha PrevenSEC, una iniciativa que pretende ser una ayuda para que el paciente, con el apoyo de su cardiólogo, pueda seguir un completo programa de prevención secundaria desde su propia casa, que le proporciona las principales pautas a tener en cuenta para llevar a cabo una correcta rehabilitación cardiaca tras sufrir un episodio cardiovascular.

De esta forma, y según han señalado los expertos, tras un infarto agudo de miocardio u otros episodios cardiovasculares (cirugía coronaria, revascularización con stent, insuficiencia cardiaca), es capaz de disminuir hasta en un 30 por ciento la mortalidad como media, así como el número de complicaciones y de reingresos.